España ha rechazado en dos ocasiones sugerencias oficiosas de EE UU para alojar al ex presidente Marcos

España ha rechazado en dos ocasiones, el pasado mes de marzo, sugerencias realizadas desde la Embajada de Estados Unidos en Madrid para que el Gobierno de Felipe González acepte que el ex presidente filipino, Marcos fije su residencia en territorio español, según aseguraron ayer en Manila fuentes oficiales del Ministerio de Asuntos Exteriores, cuyo titular, Francisco Fernández Ordóñez, inició una visita oficial de cuatro días a Manila. Fernández Ordóñez insistió ayer, en contra de lo publicado en algunos periódicos estadounidenses, en que no hay negociaciones hispano-norteamericanas" al respecto y repitió que la postura oficial del Gobierno español es la de negarse a acoger a Marcos. No obstante, comentó que "sólo si lo pidiera la presidenta de Filipinas, Corazón Aquino -estoy prácticamente convencido de que no lo hará-", dijo, "el Gobierno se planteará el problema".

.[El presidente González declaró ayer tarde que no ha habido ninguna petición formal de EE UU para que España conceda asilo a Marcos, según informa Europa Press.] La primera de las gestiones estadounidenses la realizó el ministro consejero de la embajada apellidado Service, quien transmitió la correspondiente consulta a Eudaldo Miralpeix, director general para Asuntos de Norteamérica y Asia, según informó ayer Inocencio Arias, director general de la Oficina de Información Diplomática. Tanto Miralpeix como Arias acompañan a Fernández Ordóñez en su visita a Filipinas. Este primer intento estadounidense, según las fuentes informantes, se efectuó cuando Marcos estaba todavía en el palacio presidencial de Malacañang, en Manila, pero cuando faltaban ya pocas horas para ser trasladado a la base norteamericana de Clark, al norte de la capital filipina, y posteriormente a una residencia de Honolulú, donde reside provisionalmente.La segunda gestión, que se registró "hace unos 10 días", también se hizo desde la Embajada norteamericana, "pero se canalizó a unos niveles superiores", según comentaron personas próximas al ministro, que no precisaron esos niveles, si bien parecían referirse al propio Fernández Ordóñez o incluso a alguna persona del palacio de la Moncloa. "En ambos casos, la respuesta fue negativa", insistieron. "No ha habido ninguna clase de negociaciones con EE UU", afirmó el ministro español.

Negativa del Gobierno español

Las personas informantes señalaron que el Departamento de Estado norteamericano, citado como fuente en los periódicos estadounidenses, desea que Marcos se aloje en España, pero que el Gobierno español ya ha respondido que no. "Por eso, no entendemos que se hable de negociaciones", señalaron las fuentes españolas. La posibilidad de que Corazón Aquino pida a España que acoja a Marcos no se conocerá con seguridad hasta el mediodía de mañana, jueves, tras la audiencia que concederá la presidenta al ministro español de Asuntos Exteriores. En opinión de la delegación española, el Gobierno de Manila prefiere que Marcos resida en Estados Unidos, porque esa será la única forma de que los filipinos puedan recuperar parte de la fortuna que se llevó el ex presidente, estimada en unos 4.000 millones de dólares.Fernández Ordóñez, primer ministro de la democracia española que visita Manila y primer ministro europeo que llega a Filipinas tras el derrocamiento de Marcos, fue recibido en el aeropuerto a las cinco de la tarde (las 11, hora peninsular española), bajo una temperatura de unos 37 grados, por el viceministro de Asuntos Exteriores, José Inglés. El ministro saludó el coraje y valentía" de los nuevos dirigentes filipinos para iniciar un proceso democrático. Poco antes, a bordo del avión en que llegó a Manila, comentó que "es el momento de relanzar la presencia española en Filipinas, prácticamente nula desde la muerte de Franco", precisó, "y, en general, en el sureste asiático".

El ministro anunció que España abrirá en breve una nueva embajada en Singapur, y recordó que el Gobierno español tiene en la zona seis embajadas (Tailandia, Malasia, Indonesia, Filipinas, China y Japón), mientras otros países con menor influencia histórica en la región, como Francia o Italia, tienen nueve y ocho embajadas, respectivamente. Nada más llegar a Manila, Fernández Ordóñez, que consumió más de 24 horas en el viaje, se retiró a descansar y a preparar las entrevistas de hoy y mañana.

Para destacar la escasa presencia española en Filipinas, Miralpeix recordó que, desde la muerte de Franco hasta ahora, sólo se han producido tres visitas oficiales españolas a Filipinas, y sólo dos autoridades de Manila visitaron España en el mismo período. Esto contrasta con las visitas registradas durante el régimen de Franco. De 1960 a 1975 fueron 12 las autoridades españolas que viajaron a Filipinas y 17 los altos cargos de Manila que visitaron Madrid.

Las relaciones económicas entre ambos países reflejan esa escasez de contactos. En 1984, España exportó a Filipinas productos valorados en 27 millones de dólares e importó productos filipinos por valor de 30 millones de dólares. Holanda, por ejemplo, exportó el año pasado a Filipinas por valor de 109 millones de dólares. España es el cuarto país europeo que menos comercio mantiene con Filipinas, sólo por delante de Grecia, Irlanda y Portugal, a pesar del fuerte peso histórico que Madrid mantiene sobre el archipiélago, descubierto para Occidente en 1521 por Magallanes, si bien el control español sobre las islas lo logró en 1564 el navegante Miguel López de Legazpi, en cuyo monumento depositará hoy un ramo de flores Fernández Ordóñez.

40.000 millones de deuda

El ministro español también tiene previsto reunirse hoy con los titulares de Educación, Industria y Turismo. Ayer comentó que no prevé plantear la resolución de la deuda que Filipinas mantiene con España, estimada en unos 40.000 millones de pesetas, ya que la situación económica actual en el archipiélago constituye uno de los más graves problemas para el nuevo régimen. Fernández Ordóñez dijo que el Gobierno español está dispuesto a ayudar al nuevo Gobierno filipino. Calificó de "arriesgada" la decisión de ser el primer país en retirar su embajador de Manila ante el fraudulento recuento de votos que se estaba haciendo desde organismos oficiales el pasado mes de febrero. "El tiempo nos ha dado la razón; el Gobierno filipino nos reconoce el gesto y ahora tenemos una posición de cierto privilegio".