Instituciones de Álava y Guipúzcoa protestan por la supresión de un tramo de autopista

Las Juntas Generales de Álava (cámara de representantes en la provincia) y los ayuntamientos más importantes del Alto Deva (Guipúzcoa) han pedido al Gobierno de Madrid que reconsidere su postura de fusionar dos empresas concesionarias de la construcción de las autopistas Bilbao-Behobla y Burgos-Malzaga, porque ello supondría que ambas zonas quedarían descolgadas del proyecto de autopista internacional entre Estocolmo y Lisboa.

La autopista Bilbao-Behobia entró en funcionamiento hace varios años, pero la Burgos-Malzaga aún no está concluida, ya que falta por realizar el tramo final, que uniría la localidad alavesa de Armiñón con la guipuzcoana de Malzaga. La no construcción de ese tramo equivaldrá a dejar a la zona del Alto Deva (integrada, entre otros, por los Ayuntamientos de Arechavaleta, Mondragón, Escoriaza, Salinas de Leniz y Anziaola) y a la provincia de Álava fuera del trayecto de la autopista, considerada como la vía clave para mejorar la comunicación entre la mitad occidental de España y Portugal con el resto de Europa.

A los acuerdos adoptados por los ayuntamientos del Alto Deba contra las fusión de las empresas concesionarias se ha unido la voz de las Juntas Generales de Álava, que en un acuerdo plenario se opusieron al proyecto gubernamental, que liberaría al Estado de la obligación de construir el último tramo de la autopista, y exigieron al Gobierno que se mantenga la planificación de infraestructura viaria que figura en el proyecto original.

La decisión de las juntas, propiciada por una moción del PNV, el partido mayoritario en la cámara, fue apoyada por todos los grupos políticos representados (además de los nacionalistas, PSOE, CP y Euskadiko Ezkerra).