El conjunto de las administraciones públicas ha elevado sus plantillas en más de 134.000 personas durante 1985

Las administraciones públicas han engrosado sus nóminas en una décima parte durante el pasado año, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). Pese a la privatización de algunas empresas y a la reconversión de otras, al terminar el año pasado había 134.300 asalariados más en el sector público, debido al incremento de plantillas, tanto en la Administración central como en las periféricas. En años anteriores se había registrado un proceso similar, aunque de menor magnitud. Ello sirvió para compensar la fuerte destrucción de empleo en las empresas privadas. La diferencia de 1985 ha consistido en que también las empresas privadas han elevado sus asalariados en 33.600 personas, por primera vez desde 1977.

En la Encuesta de Población Activa (E7PA), el INE indica que durante 1985 aumentó el empleo regular en 44.600 personas, por primera vez desde 1973. Como ya se había publicado, el paro volvió a crecer, si bien menos que en años, anteriores, porque hubo más personas (unas 117.000) que se incorporaron al mercado de traba, o. Pero dentro de los niveles de ocupación -lo más representativo para tomar el pulso a la actividad económica-, el INE ha detectado importantes variaciones.Uno de los cambios estriba en que el. sector privado ha creado empleo neto, por primera vez desde 1977.Ese año aumentaron los asalariados de las empresas privadas en 9.200. Así quedó interrumpido temporalmente un declive que se ha traducido en la destrucción de dos millones de empleos privados desde 1975. Todavía en 1984, uno de los años más duros del ajuste económico, la expulsión de las nóminas privadas fue de 297.100 personas. Ahora el incremento ha sido de 33.600 personas, según reflejan las estadísticas, aunque la cifra quedaría mermada (le tener en cuenta los últimos coletazos del proceso reprivatizador de Rumasa y la venta de algunas empresas públicas.

En cualquier caso, las cifras ponen de relieve tina mejora del empleo asalariado por parte de las empresas privadas, que durante años anteriores caía en casi todos los sectores productivos. En 19:35 se ha elevado en cuatro de ellos: comercio, hostelería y reparaciones, transportes y comunicaciones, industrias manufactureras y agricultura, según puede observarse en el cuadro adjunto. Otro tema es que dicho avance, un total del 0,6% sobre los 5,43 millones de asalariados estimados por el INE a finales de 1984, satisfaga o vio las expectativas generadas por el aumento de la inversión privada, que en1985 ha crecido -también por primera vez claramente en 10 años- algo más del 6%.

La diferente evolución de las inversiones y del empleo ha quedado más patente en el sector público, donde los asalariados aumentaron en 134.300 durante 1985, en un año en el que la inversión real parece haber vuelto a disminuir, si bien no tanto como en 1984. Al revés que en las empresas privadas, esta cifra debería ser ajustada al alza para incluir el citado proceso privatizador, que el INE no ha desglosado en sus estadísticas. Pero hay otros dos elementos que harían más abultado el dato en bruto: la continuidad de los procesos de reconversión y ajuste, que redujeron las plantillas del sector público empresarial un 7%, y el hecho de que en 1985 fueron jubilados miles de funcionarios por la baja de la edad legal.

Parados 'públicos'

Aun sin tales correcciones, 1985 ha sido el año que más se han engrosado las nóminas públicas. Ni siquiera el pleno apogeo del proceso autonómico había provocado aumentos de esa índole. En 1977, 1979 y 1981 el número de asalariados públicos sólo creció entre 14.500 y 4.600. En 1979, 1982 y 1983 creció ligeramente por encima de los 100.000. Pero en unos casos los datos estaban influidos por la presencia de las autonomías o -ya en 1983- por la expropiación de Rumasa. Al contrario, en 1984 descendió acusadamente, como consecuencia de la privatización de Rumasa y de la reforma del empleo comunitario, por la que trabajadores públicos subsidiados pasaron a ser parados.

El cuadro adjunto revela que la gran mayoría de los nuevos asalariados públicos ha sido contratada no por las empresas, en cuyo caso aparecerían dentro de los sectores productivos, sino de las administraciones (central, autonómica o municipal), cuyos efectivos están contabilizados dentro del concepto "otros servicios". Cabe recordar que, según el avance de la Contabilidad Nacional de 1985, el gasto del conjunto de las administraciones públicas ha vuelto a despertar: en 1984 desaceleró su tasa de aumento del 17,5% al 13,7% y el pasado año creció al 13,5%, pese al descenso de la inflación.

Fuentes del INE han precisado que la EPA no permite saber a qué tipo de administración corresponden los nuevos asalariados. En el Ministerio de Trabajo han dicho que "muchos" proceden de las inversiones públicas del AES, pero su magnitud -menos de 50.000 millones de pesetas- limita tal atribución. Las cifras más desagregadas de la EPA indican que los funcionarios superiores no han variado (5.700), mientras los profesionales de las Fuerzas Armadas crecieron en 11.100 (hasta 96.000).

También pone de relieve la EPA que, frente al aumento en el número de asalariados, han descendido en 30.600 personas los llamados autónomos (empresarios sin asalariados y trabajadores independientes). Su número aumentó a principios de la presente década, quizá por la incorporación de emigrantes retornados y trabajadores despedidos que utilizaban la indemnización para establecerse por su cuenta. Pero en 1984 ya descendieron en 25.500, pese a que en algunas actividades -transportes, construcción y minería- volvieron a crecer. Hay cada vez más empresas que animan a sus trabajadores a convertirse en autónomos, una forma de sumergir las compañías.

Con la nueva baja de los autónomos, aunque también por un descenso de 44.300 en el casi un millón de personas que ayudan a los negocios familiares, el aumento de los ocupados ha sido inferior de lo que les correspondería. Aún así, el cuadro adjunto refleja que, a diferencia de la caída general de 1984, la ocupación total ha crecido en todos los sectores excepto en el químico-minero y en el manufacturero.