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Hassan II quiere "diálogo, ponderación y persuasión para solucionar el contencioso de Ceuta y Melilla

El rey Hassan II de Marruecos ha afirmado que, caso de que se produzca una nueva marcha verde sobre Ceuta y Melilla, sería la de "la paciencia, la determinación, el diálogo, la ponderación y la persuasión". Así se expresaba el monarca alauí en el periódico kuwaití de tendencia progubernamental Assyassa (Política), en una entrevista que ayer reproducían con todos los honores de primera página los siete matutinos marroquíes. Observadores consultados manifestaron que estos cinco puntos definen el mensaje político que Rabat pretende dar como salida al contencioso de Ceuta y Melilla, que se intenta resolver desde la corona marroquí dentro de la cooperación, la serenidad y la amistad con España.

El contencioso de Ceuta y Melilla ha sido citado por el rey de Marruecos por segunda vez desde que visitó Marraquech, a principios de mes, el rey Juan Carlos, como invitado de honor de los actos conmemorativos del 25º aniversario de la subida al trono de Hassan II. La primera vez lo fue tres días después de la estancia de don Juan Carlos, en una conferencia, de prensa ante 300 enviados especiales de todo el mundo, en la que Hassan II reveló que el asunto había sido objeto de conversación con su invitado de honor, pero "en la serenidad". Y la segunda ahora, a través del periódico Assyassa.

Dice Hassan II, en esta ocasión, que "una marcha verde no puede ser considerada como la aspirina que se receta cada vez que tenemos dolor de cabeza", desautorizando así voces internas, como la del partido del Istiqlal (nacionalistas, hoy en la oposición), que en los últimos meses ha protagonizado una campaña un tanto histérica contra el Gobierno de Felipe Gonzátez, en la que se ha hablado de marchas verdes, movilizaciones populares y de la utilización de todo tipo de medidas, sin excluir la guerra, para liberar estas dos ciudades. "La marcha verde", asegura Hassan II, "fue concebida para el Sáhara y es ahora un símbolo".

Gibraltar

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El monarca alauí tiene la firme convicción, según las declaraciones hechas al director de Assyassa, Jar Allah, de que España y el rey Juan Carlos "darán una prueba de comprensión" sobre Ceuta y Melilla, cuando Gibraltar se reintegre a la soberanía española. Y explica que en fecha próxima, el rey Juan Carlos iniciará una visita oficial al Reino Unido -la primera de un soberano español a ese país tras el reinado de Felipe II, en palabras del monarca marroquí- en la que se dirigirá en inglés al, Parlamento, excepción sólo permitida anteriormente por el protocolo británico a hombres como Charles de Gaulle y Konrad Adenauer, y en la que se celebrarán reuniones por parte de los ministros de Asuntos Exteriores de ambos países, "que van a hablar de Gibraltar".

"Cuando Gibraltar deje de pertenecer al Reino Unido no habrá un solo país del mundo que acepte que España pueda controlar en el futuro las dos orillas del Estrecho y sobre todo después de su adhesión oficial al tratado de la Alianza Atlántica", asegura el rey de Marruecos. "Los soviéticos no aceptarán jamás que un país miembro de la OTAN controle el norte y el sur del Estrecho. Es imposible", añade. "Y es entonces cuando, con un poco de paciencia y de persuasión, Dios nos ahorrará los problemas. Nosotros no podemos dejar en el olvido que Marruecos limita al Oeste con el océano Atlántico, que en el Sur tenemos el Sáhara y que al Norte está España".

"Como hemos afirmado siempre", precisa el soberano marroquí, "Marruecos es un árbol que tiene su raíz en África y se oxigena en Europa, y España, indudablemente, constituye para nosotros un paso obligado para ese continente. Todos estos factores obligan a que España y Marruecos se entiendan sobre Ceuta y Melilla. Por ello, pido a Dios que permita a España recuperar Gibraltar del Reino Unido en el más breve espacio de tiempo, a fin de que nosotros podamos recuperar Ceuta y Melilla también in el más breve espacio posible".

Los sucesos de Libia

Este nuevo brote informativo sobre Ceuta y Melilla toma cuerpo en Marruecos a las 24 horas de los sucesos de Libia. El tratado de Uxda, firmado por los dos países, prevé la defensa mutua en caso de agresión a uno de ellos. Por el momento, el Gobierno de Rabat no ha hecho ninguna declaración oficial y, según fuentes oficiosas, no se debería descartar un papel de intermediario del rey Hassan entre Trípoli y Washington. Un enviado especial del coronel Muammar el Gaddafi, Ali Triki, llegó el lunes a Rabat con un mensaje del líder libio para el rey de Marruecos y hoy ha abandonado el país.

En los últimos tiempos se ha podido observar cierto enfriamiento de las relaciones privilegiadas que Marruecos y Libia establecieron en Uxda. Paralelamente han mejorado las relaciones con Estados Unidos. Una visita oficial de Hassan II a Washington se anuncia para el próximo mes de junio. En relación con el contencioso de Ceuta y Melilla fuentes oficiales marroquíes insisten en la necesidad de no dramatizar el problema y enmarcar su solución en un cuadro de "amplia, estrecha y privilegiada colaboración con España a todos los niveles".

A la última visita del rey Juan Carlos a Marruecos se le ha concedido singular importancia y ha causado en los medios oficiales de Rabat una grata impresión. Sin embargo, se recuerda que todavía no se ha producido ninguna visita oficial de Hassan II a Madrid y ésta parece ser la principal asignatura pendiente para lograr un impulso definitivo a las relaciones bilaterales. Ayer, Hassan II suspendió temporalmente, a causa del conflicto entre Libia y EE UU, un anunciado viaje por tres provincias del sur del reino, entre ellas Agadir.

Pero los buenos deseos para mejorar y acrecentar las relaciones con España no debilitan la firmeza marroquí sobre su reivindicación de Ceuta. y Melilla, que es apoyada por Libia, como lo demostró el coronel Gaddafi en la visita privada que hizo a la isla de Mallorca. En este sentido, el lunes fue convocado el embajador de España en Rabat, Raimundo Bassols, por el secretario de Estado para Asuntos Exteriores (ministro en funciones), Ahmed Cherkaui, que le expresó el malestar del Gobierno de Rabat por unas recientes declaraciones del ministro de Asuntos Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez. Cherkaui las calificó como unas declaraciones que tenían carácter "insólito y cuando menos inoportuno". Asimismo, afirmó este alto funcionario, estas declaraciones perturban los esfuerzos desplegados de un lado y de otro para mantener las relaciones entre los dos países "en un ambiente de comprensión y cooperación".

Fernández Ordóñez, en las declaraciones objeto de la protesta marroquí, había dicho: "Los españoles han vivido en Ceuta y en Melilla bastante antes que los marroquíes", y "estas dos ciudades españolas estarán ahora mejor protegidas que antes de que España confirmara su permanencia en la OTAN".

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