La familia Egaña designa a sus intermediarios para negociar con ETA

Los familiares de José María Egaña, el industrial donostiarra secuestrado hace dos sernanas por un comando de ETA Militar, quieren empezar cuanto antes a, negociar con los secuestradores, y ya han designado a sus eventuales intermediarios en esa operación, según indicó ayer Antonio Elósegui, el portavoz de la familia. Se trata, según el portavoz de personas conocidas de la familia Egaña, poco caracterizadas políticamente, que desinteresadamente han aceptado el compromiso de llevar a cabo esta gestión.Antonio Elósegui negó, que la farnilia del secuestrado disponga ya del dinero del rescate y dijo que todavía desconocen la cifras que IETA Militar piensa plantear a Cambio de la liberación del industrial. A la pregunta, de si la familia Egaña cuenta con la colaboración económica ole Krafft, SA., empresa cuyo consejo de administración preside el secuestrado, el portavoz se, limitó a indicar que el rescate es uno de los temas ole los que no se habla en la familia Egaña.

Días atrás, una persona, simple conocida del industrial secuestrado, se ofreció a los Egaña para colaborar en el rescate con una cantidad situada entre cinco y 10 millones de pesetas. Otra persona, al parecer representativa de una entidad, ha puesto a disposición de los Egaña una "importante cantidad de dinero" en régimen de crédito y con todas las facilidades para su posterior devolución.

Razones del secuestro

Antonio Elósegui admitió la posibilidad de que ETAm haya secuestrado a José María Egaña precisamente en razón del puesto que ocupa en el Consejo de Administración de Krafft, SA, y con la idea de obtener a través de la empresa un rescate superior a las disponibilidades de la familia del secuestrado. "Cabe preguntarse, en eflecto", reconoció Antonio Elósegui, "si los secuestradores han elegido a José María Egaña por su puesto en el Consejo de Administración de Krafft".

Insistió en que todavía no poseen las pruebas acreditativas que demuestren la autoría de ETAm en el secuestro y atribuyó este silencio a una táctica preconcebida, orientada a desgastar las posibles resistencias de la familia. Señaló también que la posesión de estas pruebas es una condición previa a un posible acuerdo establecido sobre cifras razonables.

"A veces", apuntó Elósegui, "las organizaciones que llevan a cabe estos secuestros plantean inicialmente cantidades disparatadas y luego, en la negociación, van rebajando sus exigencias hasta cifras asequibles".

Elósegui manifestó que hasta el momento ningún representante gubernativo se ha dirigido a la familia para darle instrucciones de que no satisfagan el rescate. "No ha habido indicaciones en ese sentido, ni por parte del Gobierno ni por parte de la policía, y todo el mundo", afirmó, "se ha mostrado sumamente respetuoso con la actitud de la familia".

"Yo creo que dentro de poco se producirá el contacto. Quizá", aventuró el portavoz, "en el transcurso de esta Semana Santa". "La familia", añadió, "está deseando saber por dónde va la cosa".