Pugna interarmas , pero también problema personal

C. Y. En la decisión del general Fernando Yrayzoz de abandonar su situación activa en el Ejército ha influido, según aseguran personas que conocen de cerca el conflicto, la permanente pugna entre las cuatro armas -Infantería, Artillería, Caballería e Ingenieros- a la hora de repartirse los empleos y destinos más elevados y la postura personal de Yrayzoz, considerado un hombre de carácter muy rígido.

De los últimos 12 ascensos a teniente general -todos ellos propuestos por el ministro de Defensa, Narcís Serra-, cuatro corresponden al arma de Ingenieros; tres, a Artillería; tres, a Infantería -el arma mayoritaria en Tierra-, y dos, a Caballería. En el Cuartel General del Ejército se aseguraba en las pasadas semanas que el siguiente ascenso correspondía a Infantería, cuyo jefe máximo, como inspector del arma, era precisamente Yrayzoz.

Este general, a quien todavía le quedaban dos años de actividad en el Ejército, tenía aún posibilidades de ascender, ya que el próximo mes de julio abandonarán la situación de actividad, por razón de edad, los tenientes generales José Buigues, capitán general de La Coruña, y Ricardo Escribano, miembro del Consejo Supremo de Justicia Militar.

Segunda promoción

Ahora están ascendiendo a teniente general miembros de la segunda promoción de la Academia General. De ellos han alcanzado ya el máximo empleo militar Juan Bautista Sánchez Bilbao (Infantería), Luis Lobo (Caballería), Francisco Ferrer (Artillería), Eloy Rovira y Francisco Veguillas (ambos de Ingenieros).

A partir de ahora, según las previsiones de Defensa, aún pueden ascender uno o dos integrantes de la segunda promoción. Entre los candidatos se citaba hasta el pasado viernes a Fernando Yrayzoz y a Juan Castellanos, jefe de la División Acorazada y ex jefe de la Brigada Paracaidista, cuyo ascenso se daba por seguro.