El técnico de sonido Enrique Molinero obtiene el Premio Nacional de Cinematogafía
El técnico de sonido Enrique Molinero, madrileño, de 61 años, obtuvo ayer el Premio Nacional de Cinematografía que concede anualmente el Ministerio de Cultura. Según Fernándo Méndez Leite, director del Instituto de Cinematografía, se premia así la labor callada de los profesionales que aparecen en los titúlos de crédito [letreros] del final y no en los del principio". Enrique Molinero, que hizo su primera película como técnico de sonido en 1957, intervino, sólo durante el año pasado, en 18 películas. Quedó finalista la actriz Concha Velasco.
El Premio Nacional de Cinematografía lo han obtenido, hasta el momento, tres directores -Mario Camus, Luis García Berlanga y Carlos Saura-, el actor Francisco Rabal, el guionista Rafael Azcona y el montador Pablo del Amo. Con este premio a un técnico de sonido, el jurado ha querido reconocer, en palabras de Méndez Leite, "otra faceta de la profesión".Enrique Molinero aseguró anoche que, cuando le comunicaron la noticia del premio, no se lo podía creer. "Yo no sabía nada y tampoco esperaba que se acordaran de mí". Molinero nació hace 61 años en el barrio madrileño de Chamberí y empezó a trabajar en los años cincuenta en los estudios de cine Exa como ayudante de sonido y arreglista. En 1957hizo su primera película como responsable del sonido. Fue Pelusa, un filme protagonizado por Marujita Díaz.
"Yo disfruto, mucho más con el sonido directo", dice Enrique Molinero. "El doblaje es más limpio, pero se despega mucho más de todo, mientras que con el directo tienes que trabajar más, conseguir un bocinazo en un momento determinado o cambiar las tornas según los distintos fondos de cada plano". Para Molinero, que ha trabajado casi en exclusiva para el cine español, el problema de éste "es la falta de dinero" y añade: "Acabo de hacer una película americana de segundo orden y la diferencia en cuanto a medios técnicos es abismal".
"El sonido de una película es bueno cuando aquél pasa inadvertido", asevera Enrique Molinero. "El sonido ha de resultar natural, ha de ser envolvente; que, por tanto, el espectador no repare en él". Después de 30 años de profesión, Molinero dice no haber sentido nunca la tentación de cambiar de oficio dentro del cine. "Esto es lo que siempre me ha gustado; el sonido me ha envuelto a mí también".
Méndez Leite, que trabajó con Molinero en El rey monje y en varias producciones para televisión, destaca su labor creativa y su personalidad: "Es un hombre que trabaja siempre a favor de la película que está sonorizando". Méndez Leite le tiene por "persona silenciosa, que siempre está sonriendo y que hace un trabajo muy creativo". Para el director del Instituto de la Cinematografía "hay dos tipos de técnicos de sonido: los que trabajan durante el rodaje y los que lo hacen en los laboratorios una vez finalizado el rodaje. El primer tipo es un profesional que se está formando, porque el sonido directo es algo relativamente reciente entre nosotros. Molinero pertenece al segundo grupo y yo le he visto en muchas ocasiones en una habitación oscura, sin horarios y entusiasmado por su trabajo".Detalles sonorosSólo en el último año, Molinero ha sonorizado 18 películas, entre ellas Los paraisos perdidos, de Basilio Martín Patino; La corte de Faraón, de José Luis García Sánchez; Padre nuestro, de Francisco Regueiro; Sé infiel y no mires con quién, de Fernando Trueba; Extramuros, de Miguel Picazo; Lulú de noche, de Emilio Martínez Lázaro; Matador, de Pedro Almodóvar, y Otra vuelta de tuerca, de Eloy de la Iglesia. Para Televisión Española trabajó en el sonido de las series El rey y la reina, Goya y La huella del crimen, además de en numerosos reportajes.
Enrique Molinero ha trabajado en las tres últimas películas de Fernando Colomo: Estoy en crisis, La línea del cielo y El caballero del dragón. "Me parece muy bien", dice Fernando Colomo, "que el Premio Nacional de Cinematografía haya recaído en un técnico de sonido y, concretamente, en Enrique Molinero. Aunque su nombre no sea conocido entre el público, toda la profesión le conoce. El suyo es un trabajo que requiere una gran sensibilidad. Molinero es un hombre muy creativo. Es una delicia trabajar con él porque es una de esas personas que sabe valorar cada detalle sonoro".
Paco Péramos, técnico de sonido desde hace 20 años, ha declarado que está muy satisfecho de que el premio lo haya ganado un compañero de su misma especialidad. "Él no es exactamente el número uno, aunque sí es un número uno en la profesión. En su forma de trabajo tiene peculiaridades importantes porque es un hombre de un gran gusto por lo que hace y tiene una dedicación y paciencia ejemplar. Es un perfeccionista y un verdadero profesional".
El Premio Nacional de Cinematografía está dotado con un millón de pesetas y el jurado estuvo compuesto por la directora de teatro, cine y televisión Josefina Molina, el director de fotografía José Luis Alcaine, el músico José Nieto, el decorador Tony Cortés, la actriz Ana Belén, la montadora Nieves Martín y, el director cinematográfico y premio nacional de Cinematografía del año pasado, Mario Camus.
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