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Melilla, fuera del 'paraguas' de la Alianza

La ciudad española del norte de África mostró escaso interés por la consulta

Melilla, poco más de 12 kilómetros cuadrados y 65.000 habitantes, vivió ayer una de sus jornadas más importantes de los últimos tiempos. Y eso lo sabían los 32.341 electores. Como sabían que, junto a su hermana Ceuta, plaza española en territorio africano, Melilla no está cubierta por el paraguas defensivo de la OTAN, por muchas afirmaciones que en este sentido hayan hecho los dirigentes socialistas en la campaña.

Precisamente, quizá haya sido Melilla la ciudad donde menos actos públicos se han realizado. Y eso que, entre los musulmanes, se comentaba que en Madrid había mucho interés por el voto afirmativo en una ciudad típica de funcionarios y militares. Un solo mitin, del presidente de Telefónica, Luis Solana, que congregó a 80 personas, sirvió para poner en evidencia el escaso interés por un tema que a muchos melillenses "no les iba".

Otras preocupaciones

Tampoco los que propugnaban el no (CC OO y nacionalistas) hicieron nada por captar adeptos, mientras el Grupo Popular se limitaba a pegar cuatro carteles y a enviar documentación por correo propugnando la abstención. El referéndum caía a espaldas de los melillenses. Las previsiones fueron cumpliéndose a medida que pasaban las horas. Las colas que se formaron nada más abrirse los colegios en otras ocasiones no se hicieron ver ayer.

Las calles estaban más desiertas que nunca. La impresión dominante es que para una ciudad que ha pasado en los últimos meses por dos manifestaciones, una de musulmanes y otra de cristianos, y por innumerables problemas derivados de la entrada en vigor de la ley de Extranjería, la máxima preocupación no podía ser un referéndum. Los 30.000votantes estaban a otra cosa. Los votantes estaban preocupados mucho más que por las urnas por la situación de sus policías municipales y nacionales en conflicto.

El interés se centraba en conocer si los musulmanes melillenses —algunos con su flamante carné de identidad casi recién estrenado— y los militares se acercaban a las urnas. Ambos colectivos lo hicieron, aunque fueron muy pocos los uniformes que se vieron en las mesas electorales. Quizá haciendo suyo aquello que comentaba un militar de alta graduación: "La diferencia entre estar o no en la OTAN es que si Alemania es atacada tu hijo irá a defenderla, pero ningún alemán vendrá jamás a defender Melilla".

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Hay que tener en cuenta que en el censo de votantes sólo estaban incluidos los profesionales de tropa y aquellos que tienen graduación de sargento para arriba. Los 8.000 jóvenes que cumplen su servicio militar obligatorio solamente pudieron votar por correo. Lo mismo que el delegado del Gobierno, Andrés Moreno Aguilar, que figura en el censo de Palma de Mallorca. La constitución de las mesas, 44 en total, se llevó a cabo sin ningún problema. El Ayuntamiento utilizó taxis para el transporte de las urnas, mientras que siguiendo las instrucciones emanadas de Madrid, el comité electoral de PSME-PSOE se negaba a facilitar ningún tipo de da tos en torno al desarrollo de las votaciones, limitándose a informar de las horas en las que estaba previsto que votarían los parlamentarios y el alcalde, todos del partido socialista.

El voto de Aomar

El primero de los líderes políticos melillenses en votar fue el dirigente musulmán, ex militante del PSOE y presidente de Terra Omnium, Aomar Mohamedi Duddú, que lo hizo en el Colegio Velázquez casi al mismo tiempo que el diputado de la ciudad, el socialista José Luis Estrada.

Dudú se mostró reacio a declarar el contenido de su voto, aun que criticó la postura abstencionista: "Los musulmanes, como españoles que somos, hemos de votar ejercitando el derecho que nos reconoce la Constitución".

Sin embargo, el secretario general de Terra Omnium. Halifa Mohamed, hizo pública ostentación de su voto negativo, dando a entender que ésa era la postura, aunque no oficial, del colectivo musulmán con derecho a votar, que se cifra en unas 3.000personas. Los nacionalistas, tanto los dirigentes de la Unión del Pueblo Melillense como los del Partido Nacionalista Español-APROME, no votaron, ya que este referéndum "no va" con ellos, y los cabezas visibles de CC OO, incluido su secretario general, Manuel Matías, votaron en contra de la pregunta del Gobierno, por cuanto Melilla se encuentra fuera de la OTAN y el referéndum es únicamente el "referéndum del partido socialista".

El alcalde de la ciudad, Gonzalo Hernández, el diputado José Luis Estrada y los senadores Julio Bassets y Miguel Ángel Roldán, todos del PSOE, votaron escalonadamente en sus colegios electorales. Eran los únicos de quienes, a priori, se conocía el sentido del voto. A modo de sucinto resumen, puede decirse que los ciudadanos de Melilla se unieron al carro nacional del referéndum, aunque con la circunstancia específica de su no inclusión en el paraguas defensivo de la OTAN. Un punto muy a tener en cuenta que no ha sido aprovechado por las fuerzas nacionalistas, quizá a la espera de conocer los resultados definitivos o de mejores tiempos.

La bonanza del tiempo, 20 grados centígrados de media, hizo posible que, cara al futuro, nadie pudiera achacar al frío o al agua su abstención. Melilla, al menos por una vez, no fue tan diferente como algunos confiaban.

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