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TERRORISMO EN EL PAÍS VASCO

ETA Militar secuestra al presidente de la empresa Krafft

José María Egaña Loidi, de 61 años, presidente del Consejo de Administración de Krafft, SA -dedicada a la fabricación de lubricantes, detergentes y productos similares para automóviles-, y consejero de las empresas Ibarrondo, Igepac y de la desaparecida Bianchi, fue secuestrado el lunes por la mañana por ETAm. La organización terrorista reivindicó el hecho a última hora de la tarde de ayer a diversos medios informativos vascos, de forma que se considera habitual y fiable. El industrial, padre de seis hijos y abogado de profesión, abandonó su domicilio de San Sebastián a las diez de la mañana del lunes, con la intención de trasladarse a la factoría de Krafft en Andoáin, distante unos 15 kilómetros.

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La pista se pierde en Lasarte, donde ayer por la mañana fue localizado el vehículo que José María Egaña utiliza habitualmente en sus desplazamientos a la fábrica. El coche, un Seat Ritmo gris metalizado, apareció aparcado y con la llave de contacto puesta. Un hijo del industrial manifestó a este periódico que su padre no acostumbra a detenerse en Lasarte cuando se dirige a la factoría de Andoain, y los directivos de Krafft aseguran que el coche del presidente del consejo de administración no fue visto en el aparcamiento de la empresa en la mañana del lunes.José María Egaña posee también un Ford Granada y dispone de plaza de garaje en el aparcamiento de San Bartolomé, situado cerca de su domicilio de la plaza del Buen Pastor, número 1. Por ello, el secuestro debió producirse en San Sebastián, probablemente en el aparcamiento y en el momento mismo en que José María se disponía a introducirse en su coche. Los secuestradores habrían conducido al industrial en su mismo coche hasta Lasarte y allí pudieron cambiar de vehículo.

La familia Egaña denunció en la comisaría de San Sebastián la desaparición del industrial a la 1.30 de ayer, una vez descartados todos los demás, supuestos que explicaran racionalmente el retraso o quizá al disponer ya de una primera reivindicación del secuestro.

La policía, que se mantuvo durante la mañana de ayer en una actitud sumamente reservada, creía desde el principio que José María Egaña. se encuentra en poder de ETA Militar, una organización que atraviesa por serias dificultades económicas, autora del secuestro de Juan Pedro Guzmán, frustrado por las fuerzas de seguridad del Estado, y protagonista hace sólo cinco días, en Pamplona, del intento de secuestro del industrial José Ignacio Guibert Azpiroz.

Las investigaciones policiales tropiezan de entrada con la ausencia de testigos que permitan determinar la hora, el lugar y las circunstancias del secuestro. Nadie parece haber visto a José María Egaña, un hombre de pequeña estatura que utiliza gafas, natural de San Sebastián y ampliamente conocido en esta ciudad desde que el lunes, a las diez de la mañana, abandonó el portal de su casa.

La personalidad del presidente del Consejo de Administración de Krafft, un hombre discreto, reservado, serio, pero de temperamento campechano y sin aparentes problemas de salud, permite descartar, a juicio de sus conocidos, cualquier otra hipótesis.

En la factoría de Andoáin nadie se alarmó por la ausencia ese día de José María Egaña. El presidente del consejo de administración y socio fundador de la empresa acudía regularmente a la fábrica, pero sin atenerse a un horario estable. En ocasiones se ausentaba durante varios días para atender otros negocios. La familia telefoneó a la factoría a primera hora de la tarde del lunes, preguntando si José María Egaña había almorzado allí o había comunicado su intención de acudir por la tarde.

La filtración, en la mañana de ayer, de la noticia de la desaparición y posible secuestro del presidente de Krafft contravino la decisión de la familia de mantener el asunto en secreto. Quizá por eso, los familiares directos del industrial adoptaron ayer una actitud casi hermética, similar a la de la dirección de Krafft.

Medios empresariales vascos aseguran que Krafft es una empresa saneada, de probada capacidad exportadora, bien situada ante la entrada en la CEE y de escasa conflictividad laboral. La empresa, que cuenta con unos 300 empleados, fue fundada hace 25 años por José María Egaña y varios socios más.

El presidente del consejo de administración es uno de los accionistas mayoritarios, pero no el principal. Bajo su gestión, la factoría de Andoáin, que produce los complementos para automóviles, se ha modernizado considerablemente.

José María Egaña fue accionista de la desaparecida Bianchi y es consejero de las empresas Ibarrondo e Igepac; esta última, dedicada a la fabricación de los aerosoles utilizados por Krafft.

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