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Entrevista:

La diputada radical italiana Emma Bonino se dedica ahora a la lucha contra el hambre

Secretaria de Food and Disarmament International

Juan Arias

Emma Bonino, hoy secretaria del Food and Disarmament International y diputada italiana del Partido Radical en el Parlamento Europeo, ha sido una de las mujeres más batalladoras de Italia en defensa de las libertades y derechos civiles pisoteados. Esta mujer menuda, delgada, de ojos vivos e inteligentes, que no sabe estarse quieta -se parece en esto al papa Wojtyla, que la ha recibido con simpatía hace unos días-, ha pasado de luchar a favor del divorcio, de la liberación, del aborto y del feminismo, a la batalla contra la muerte por hambre.

Pregunta. ¿A qué se debe este cambio tan radical?Respuesta. A que el derecho a la vida es el primer derecho civil que es necesario asegurar y defender. Los millones de seres humanos exterminados por el hambre y el subdesarrollo representan no sólo una infamia para nuestra civilización, sino también la principal amenaza contra la seguridad regional y mundial.

P. ¿Considera entonces que dicha batalla es no sólo humana, sino también, y sobre todo, política?

R. Así es. Precisamente nuestro primer objetivo ha sido restituirle al exterminio por hambre su dimensión propia, que es la política. El grito no escuchado de millones de personas que no logran obtener un mínimo vital produce rabia, desesperación y revuelta. En este campo se entremeten fácilmente fuerzas extremistas, violentas y totalitarias. Lo tocamos con las manos en la atracción del fundamentalismo islámico en los pueblos más pobres y en la revuelta rabiosa de los policías egipcios.

P. ¿Pero no le parece un objetivo desorbitado para un partido minúsculo como el suyo?

R. No somos veleidosos. Pero somos conscientes de que podemos recoger, como ya pasó con las batallas a favor del aborto y del divorcio, mayorías populares, que después conducen a mayorías políticas. Todo depende de la capacidad de poder llegar a la gente a través de los medios de información. Los ciudadanos de Europa están ya sensibilizados y en parte movilizados contra el hambre. Food and Disarmament nace precisamente para recoger en torno a estos objetivos a políticos, científicos, religiosos, profesionales de todas las familias políticas.

P. ¿Pero cómo pueden pretender llegar donde las mayores organizaciones de las Naciones Unidas y hasta el Fondo Monetario Internacional han fallado?

R. Precisamente por esa dimensión política que queremos restituirle al problema. Le doy un ejemplo: el del divorcio en Italia. Mientras fue sólo un problema privado de millones de personas no podía resolverse. Cuando, a través de nosotros, se hizo problema político, acabó resolviéndose. Lo mismo acaece con el exterminio por hambre, que durante años fue sólo un problema de humanidad privada y no colectiva. Se trataba de limosnas dadas más bien para acallar la voz de la propia conciencia. Nosotros empezamos, al revés, a denunciar el atraco de la llamada cooperación al desarrollo, Los únicos beneficiarios resultaban los países ricos o, las empresas que vendían a los pobres. Lo misrno acaece con la Comunidad Europea, que se deshace de sus propios excedentes agrícolas, agravando la dependencia alimentaria de esos países. Después hemos pedido leyes concretas.

P. Pero las nuevas leyes han sido seguidas sólo por Bélgica e Italia, y ustedes mismos, han dado un juicio negativo de cómo han sido aplicadas.

R. Sí, la actuación ha. sido completamente negativa, y precisamente por ello, tras la campaña Survie, basada sobre el manifiesto de los 80 premios Nobel, ahora Food and Disarmament ha lanzado una nueva iniciativa, que arranca su fuerza del manifiesto de Roma de los 11 jefes de Estado.

P. ¿Qué destacaría de este manifiesto?

R. En el manifiesto de los jefes de Estado se afirma que: el derecho a la vida es inseparable del derecho a la libertad. Es la reafirmación de los fundamentos del pensamiento socialista que: atribuye a los derechos de la persona la prioridad sobre los derechos del Estado. La verdadera operación política es operativa. Si la guerra alimentaria que extermina a millones de seres humanos en el sur del mundo es objetivamente una amenaza a la seguridad, en dicho caso el Consejo de Seguridaid debe poder tomar iniciativas extraordinarias para hacerle frente.

P. ¿Es ésta vuestra propuesta de desarme?

R. Debemos acabar con hacer siempre marchas contra algo y no a favor de algo. Contra las armas nucleares, por ejemplo, en vez de hacerlo a favor de una defensa diferente no basada sólo sobre las armas contra el peligro de holocausto nuclear, en vez de hacerle, a favor de los millones de vidas humanas en peligro por hambre".

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