El transbordador tardará un año en volver a volar

La agencia espacial norteamericana prevé que los vuelos del transbordador espacial no se reanuden antes de un año, tras la catástrofe ocurrida al Challenger, declaró ayer el administrador interino de la NASA, William Graham. Graham añadió que la fecha de la próxima misión dependerá de las conclusiones de la comisión de investigación presidencial en torno al accidente. Esta comisión debe remitir su informe al presidente en el próximo mes de junio.

Según el actual responsable de la agencia espacial norteamericana, debido a este retraso la NASA dará prioridad en las próximas misiones a los cargamentos esenciales para la seguridad nacional, y posteriormente a los cargamentos científicos, comerciales extranjeros y comerciales nacionales, por este orden.

Tras la pérdida del Challenger, el número de lanzamientos será limitado a nueve el primer año y 14 el segundo, para pasar seguidamente a un ritmo anual de 16 a 18 lanzamientos.

Graham y los funcionarios del Pentágono han pedido la construcción de una nueva unidad del transbordador para reemplazar al Challenger, ya que piensan que las otras tres unidades no pueden asegurar por sí solas la totalidad de las misiones previstas. Reagan tiene previsto nombrar antes del próximo fin de semana el nuevo administrador de la NASA, según han señalado fuentes del Congreso.

Mientras tanto, prosigue la polémica en Estados Unidos sobre las revelaciones que indican que ingenieros de la empresa fabricante de los cohetes propulsores mantuvieron fuertes discusiones con ingenieros de la NASA sobre la posibilidad de aplazar el lanzamiento debido a las bajas temperaturas reinantes.