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El presunto pirómano, un hombre de pocos amigos

Manuel Barfaluy, de 41 años de edad, taxista autónomo de profesión, casado con M. T. M., y padre de dos niños, de seis y cinco años de edad, es el presunto autor de los atentados contra 15 taxis cometidos en Madrid entre los pasados días 13 y 15, según las diligencias policiales remitidas a la autoridad judicial. El magistrado del juzgado de instrucción número 4 de la capital, José María Bento, ha ordenado la prisión preventiva de Barfaluy.El detenido ha negado su implicación en tales hechos. Su esposa afirma que "no hay pruebas" y explica la tenencia ¡legal de armas por parte de Barfaluy cuando fue detenido como "una medida de precaución habitual en él". En el sector del taxi, y entre las personas que, por razón de vecindad, lo conocen, se mantiene la duda de si su presunta actuación en aquellos atentados es propia de su carácter "raro, como algo loco" o por interés de "grupos ultraderechistas".

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La 'hoguera' del taxi

Nadie ha confirmado que Barfaluy tenga o hubiera tenido alguna filiación política, pese a que por su forma de expresarse entre algunos de sus colegas y vecinos se sospecha de su proximidad a fuerzas políticas y sindicales ultraderechistas. En la actualidad, no estaba afiliado en ninguna de las asociaciones de taxistas patronales o de asalariados. Lo estuvo, hace cinco años, en la Federación de Taxistas Autónomos -organización independiente, según su autodefinición; conglomerado indefinido, según fuentes de los asalariados; y agrupación próxima al PCE, según otras fuentes de autónomos-, pero la dejó al notar que no resultaba grato en ella.

Natural de Huesca, "hace bastantes años que vino a Madrid", donde también reside una hermana suya, Esperanza, con la que mantiene una relación "normal", según fuentes de su familia.

Barfaluy vivió en la calle Luz Divina, del distrito de Usera -donde fue detenido- y posteriormente compró una chabola en el barrio de Orcasitas, lo que le permitió, hace seis años, acceder a su actual vivienda en la calle de Pradolonguillo, número 401, al realizarse lafámosa reordenación urbana impulsada por la asociación vecinal gracias a la cual unas 3.000 familias chabolistas obtuvieron piso.

Barfaluy "es poco dado al saludo, hombre de pocos amigos y pronto al gesto violento", según se comenta entre sus conocidos.

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