Ofrecimientos de ayuda para el joven toxicómano que quiere deshabituarse
Eduardo J. Sainz, el joven adicto a la heroína que decidió dirigirse a la opinión pública para encontrar un lugar donde comenzar sin tardanza su tratamiento de desintoxicación, ha comenzado ya las gestiones que, previsiblemente, conducirán a su ingreso en la Unidad de Desintoxicación de la Consejería de Salud y Bienestar Social. Durante todo el día de ayer se recibieron comunicados de apoyo y de ofrecimiento de ayuda de diversas entidades privadas, madrileñas y nacionales, dedicadas a la rehabilitación de toxicómanos.Pedro Enrique Muñoz, coordinador del programa regional de lucha contra la droga, informó ayer que Eduardo J. Sainz seguirá el mismo proceso que el de los toxicómanos tratados hasta ahora dentro del plan regional, proceso dirigido a aplicar un tratamiento terapéutico personalizado, de acuerdo con las circunstancias médicas, psicológicas, sociales y familiares, e incluso legales, de cada caso. El equipo médico del Centro de Salud Mental de la calle de Hermanos García Noblejas será el encargado de seguir su evolución.
El equipo médico, a la vista del historial de la persona, informó Pedro Enrique Muñoz, decidirá si es conveniente su ingreso o si, por tener un ambiente familiar comprensivo y preparado para atenderle, puede seguir la desintoxicación en su domicilio y recibir asistencia ambulatoria.
Pasado el primer período de superación física del síndrome de abstinencia, lo habitual es que el joven en recuperación permanezca unos meses en alguna comunidad terapéutica, preferiblemente situada fuera de la ciudad. Pero hay problemas de plazas. "Las ocho camas de la unidad del hospital Psiquiátrico", afirmó Muñoz, "más las ocho a punto de inaugurarse en el hospital Provincial, son suficientes para los internamientos, que nunca suelen superar los ocho o diez días. El atasco se produce en la fase posterior, la comunidad terapéutica, donde las estancias se prolongan".
La Consejería de Salud y Bienestar Social cuenta con un centro en Cercedilla y tiene avanzadas las obras de la futura comunidad de Villaviciosa de Odón, aunque aún no se alcanzan las 150 plazas estables que Muñoz calificó como mínimo exigible.
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