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UN SUCESOR PARA EANES

El asesinato de Castelo Branco por las FP-25, sin influencia en la jornada

La muerte, de un tiro en la nuca, del director general de Prisiones, Fernando Gaspar Castelo Branco, de 53 años de edad, crimen perpetrado el sábado por la noche en Lisboa, constituye un hecho sin precedentes en Portugal y una mancha en el historial de los comicios democráticos lusos que las autoridades se esforzaron en minimizar todo lo posible. Los dos candidatos, el conservador Freitas do Amaral y el socialista Mario Soares, condenaron el atentado, cuya autoría fue reivindicada, dos horas después de perpetrarse, por las Fuerzas Populares 25 de Abril (FP-25). Ambos afirmaron que este acto de violencia, aislado, no afectaría al resultado de la elección presidencial.Vecinos y familiares relataron que el director general, que recibía a cenar a unos amigos, entre los cuales estaba el ex presidente del grupo parlamentario democristiano Nogueira de Brito, había prescindido, como solía hacer los fines de semana, de la escolta que le fue atribuida desde el inicio, en octubre, del juicio a un grupo de miembros de las FP-25. Sobre las seis de la tarde, salió de su casa a comprar queso y fue sorprendido por el asesino a escasos metros de la puerta de su residencia.

Director de prisiones desde 1982, Castelo Branco había sido duramente criticado por las medidas de seguridad que hizo aplicar a los presos del caso FP-25, después de la fuga espectacular de 10 reclusos de la penitenciaría de Lisboa en septiembre pasado.

"Si temiese por mi vida no ocuparía el lugar que ocupo", declaró Gaspar Castelo Branco en octubre del año pasado a EL PAÍS, en relación a las supuestas amenazas lanzadas contra él por la organización clandestina izquierdista. "Alguien tiene que hacer este trabajo", añadió.

De todas formas, no se recuerda en Portugal un atentado contra una personalidad pública de alto rango desde el asesinato, por agentes de la policía salazarista, del candidato de la oposición a las elecciones presidenciales de 1958, general Humberto Delgado, que fue muerto en febrero de 1965 en Villanueva del Fresno, localidad de Badajoz cercana a la frontera portuguesa.

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