Reagan envía a un representante especial a Filipinas para que le informe de la situación tras las elecciones

El presidente norteamericano, Ronald Reagan, decidió ayer enviar al diplomático Philip Habib a Filipinas para que le informe sobre la situación en el archipiélago después de las elecciones del pasado día 7 y eventualmente formule un plan para evitar un enfrentamiento entre el presidente Ferdinand Marcos y Corazón Aquino. Tanto Marcos como Aquino se dan como vencedores en los comicios cuando aún no ha concluido el escrutinio.

Los observadores independientes confirman que se ha producido un gigantesco fraude en los cómputos gubernamentales dando como segura vencedora a la candidata de la oposición. La decisión de Reagan se producía a las pocas horas de recibir el informe del senador Richard Lugar, que presidió la delegación de observadores norteamericanos en las elecciones, y que corroboró la existencia de grandes irregularidades en los comicios. Reagan debía celebrar esta madrugada (hora española) una rueda de prensa para fijar la posición de su país sobre el resultado de las elecciones.La misión de Habib será la de entrevistarse con los dos bandos en Manila, así como también con representantes de la Iglesia y del mundo de los negocios con la intención de ver las posibilidades de formar un Gobierno de Unión Nacional entre las dos fuerzas que aleje el temor de un desenlace violento a la disputa electoral.

En una declaración escrita que precedía a la rueda de prensa Reagan afirmaba que su país quería ayudar a los filipinos a resolver los graves problemas a los que se enfrentaban y a continuar aplicando reformas esenciales". Por añadidura, Reagan afirmaba estar convencido de que se habían producido numerosos casos de fraude electoral lo que se contradecía con "la necesidad de un mandato popular auténtico para contrarrestar la insurección comunista creciente y restablecer la situación económica de Filipinas".

El senador Lugar, por su parte, había comunicado al presidente que su "íntima creencia era la de que los resultados de la elección fueron manipulados y controlados por funcionarios del Gobierno". "Está claro que Marcos tiene la capacidad de controlar los resultados", añadió el senador tras un encuentro de 35 minutos con el presidente. Lugar dijo que, tanto él como sus colegas, informaron a Reagan que en Filipinas existe una enorme simpatía y buena disposición hacia Estados Unidos, y que el pueblo filipino "cree en Estados Unidos y en la democracia". Pero aseguró que no recomendaría la anulación de las elecciones, porque eso permitiría a Marcos seguir en el poder.

Paralelamente, la Asamblea Nacional filipina volvió a aplazar ayer el recuento oficial de votos que determinará quién es el vencedor de las elecciones. Los últimos resultados no oficiales hechos públicos por las dos organizaciones de seguimiento electoral dan un estrecho margen de diferencia entre los dos candidatos. Según la oficial Comisión Electoral (Comelec), cuando iba escrutado el 53% de los votos, Marcos llevaba 5.899.873 sufragios y Corazón Aquino 5.384.368. En cambio, el escrutinio del grupo independiente Namfrel, con el 63% de los votos, daba a Corazón Aquino 6.933.389 sufragios frente a 6.281.510 del presidente.