La OPEP oficializa la 'guerra de precios' al proponer un aumento de la producción
La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) confirmó ayer la aparente despreocupación que muchos de sus miembros mantienen por la continua caída del precio del crudo en los mercados mundiales, al proponer, al término de una reunión de su comité especial celebrada en Viena, un aumento indeterminado de su actual cuota de ventas al mercado mundial, establecida oficialmente en 16 millones diarios de barriles. Como resultado, el crudo brent del mar del Norte cayó ayer por debajo de 16 dólares por barril para las entregas de marzo.
La decisión de aumentar el techo de producción será adoptada, presumiblemente, en la conferencia extraordinaria que el comité propuso que se celebre, sin fecha fija, durante el mes de marzo. Para los expertos, el aumento de la producción significa, de hecho, la oficialización de la política de guerra de precios, estrategia decidida ya en la conferencia del pasado diciembre.Dos días de reuniones en Viena de los cinco ministros que componen su comité especial de defensa del mercado (Venezuela, Emiratos Árabes Unidos, Indonesia, Kuwait e Irak) apenas sirvieron para ratificar las conclusiones de su conferencia ordinaria de diciembre. El hecho de que reclamen una cuota superior a los 16 millones de barriles y que de una manera activa prosigan esta política -sus ventas en enero superaron los 18 millones de barriles- da una idea hasta dónde están dispuestos a llegar.
En la adopción de esta estrategia de desafío a los productores del mar del Norte, con los que la OPEP compite en el mercado mundial, ha sido decisiva la postura de su principal productor, Arabia Saudí. Su ministro del Petróleo, el jeque Yamani, que no forma parte de este comité especial, hizo unas declaraciones en su país en las que ratificaba su resolución de vender todo el crudo que pueda en el mercado, es decir, por encima de su cuota particular de 4,35 millones diarios.
Yamani confirmó también, según informa la agencia Reuter, la postura de no colaboración de los productores del mar del Norte -Reino Unido y Noruega-, a los que, dijo, se les ha invitado a una negociación para repartirse el mercado de "una manera equitativa". No obstante, el ministro del Petróleo de Arabia Saudí insistió en mantener la política actual de la OPEP.
Hernández Grisanti, ministro de Energía y Minas de Venezuela, sin duda uno de los países de la OPEP más perjudicados por esta política, la defendió ayer en Viena, al término de la reunión del comité especial. Grisanti señaló que para la OPEP "era más importante la cuota de mercado que el precio", por lo que el consorcio estaba decidido a mantener su batalla para recuperar la "cuota justa que le corresponde".
Menos de 16 dólares
Lo más llamativo de la reunión del comité especial de la OPEP es su desprecoupación inmediata por lo que sucede en los mercados libres de crudo. Los ministros del Petróleo de Kuwait y de los Emiratos Árabes aseguraron ayer que "no hay planes para que la OPEP convoque una conferencia antes del mes de marzo". El hecho de retrasar hasta marzo su conferencia extraordinaria da una idea meridiana de que poco le importa que ayer se cotizara el crudo brent del mar del Norte por debajo de 16 dólares, en precios para el mes de marzo. Esto significa que el crudo adquirido durante este mes se hará a este precio, el más bajo desde diciembre de 1979.
El ministro venezolano también informó que la OPEP no tiene una cifra exacta de lo que representa una "cuota justa" del mercado. En la actualidad, la OPEP vende, por término medio, unos 18 millones diarios de barriles, es decir, unos dos millones por encima de la cuota que ellos mismos habían fijado en anteriores reuniones. Los expertos opinan que si dos millones diarios más están causando tal hundimiento en los precios, es impensable lo que sucederá en el mercado si en marzo concretan su nueva cuota en 20 millones, como algunos ministros del consorcio han anticipado en algunas declaraciones.
Estrategia alternativa
Delegaciones de tres países de la OPEP, Argelia, Libia e Irán, han celebrado consultas urgentes en Trípoli, en un esfuerzo para diseñar una estrategia alternativa a la recomendada en Viena. Estos tres países capitanean dentro del consorcio la idea de que la OPEP debería plantearse una política diferente a la recomendada por Yamani y recurrir, en consecuencia, a recortes en la producción con el fin de estabilizar el precio.
Tras las conversaciones mantenidas en Trípoli, el ministro argelino de Energía, Belkasem Nabi, y el viceministro iraní de Asuntos Exteriores, Javad Larijani, se reunieron ayer nuevamente en Argel para "encontrar caminos y medios que pongan fin a la ulterior caída de los precios del petróleo en el mercado mundial". Javad Larijani, que llegó a Argelia con un mensaje del presidente iraní, Al Khameini, para el jefe de Estado argelino, fue recibido por el presidente Chadli Benjedid.
Por su parte, el consejero del ministro iraní de Petróleo, Hosein Adeli, declaró ayer, tras la reunión del comité consultivo de la OPEP en Viena, que "Irán está en contra de cualquier decisión que pueda conducir a la baja del precio del crudo".
Pese a estas reuniones paralelas, el cisma de la OPEP no se ha materializado, como parece demostrar el comunicado final hecho público ayer al término de la reunión especial del comité de defensa del mercado.
La guerra de precios entablada por los países productores, aunque beneficiará a los consumidores occidentales, acrecentará las dificultades de los países productores más endeudados como México y Egipto.
Francisco Labastida Ochoa, ministro del Petróleo de México, que es el quinto productor mundial no perteneciente a la OPEP, se reunió anoche en Viena con diversos ministros de la mencionada organización para intentar coordinar la política de producción y precios. Egipto, por su parte, ya ha reducido su producción, debido a la falta de compradores.
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