Víctima e indefensión
¿Ha sentido usted alguna vez la sensación de arar en el mar?Pues yo, cada vez más, en lo que se refiere al tema del maltrato (si se puede llamar maltrato al asesinato, a la agresión con armas de fuego, cortantes, punzantes, etcétera) de la mujer por su pareja.
Seguimos con la impunidad del agresor y en la indefensión de la víctima.
Siguen los periódicos -entre ellos el que usted dirige- protegiendo el prestigio de un parricida frustrado que, con los agravantes de premeditación y alevosía (números 1 y 6 del artículo 10 del Código Penal), ha tratado de matar a su esposa -de apenas 43 años-, como informa EL PAIS el día 24 de enero de 1986 (página 23).
¿Quién es P. V. M., que a la salida del Tribunal de Menores esperó a su esposa y le disparó -lo menos tres veces- a bocajarro, alcanzándola con dos balazos en el abdomen?
¿Qué pasa con este 52% de la población a fines del siglo XX, en que. todos los días hacemos apología de los derechos del hombre y del respeto a la vida?
¿Por qué esta dicotomía en la información sobre el atentado a muerte a esta mujer y la de la pequeña Mercedes Rodríguez, que debe sobrevivir a pesar de una profunda encefalopatía irreversible, como informan las páginas 1 y 26 del mismo periódico?
¿Han hecho tanto esfuerzo por impedir que las mujeres sean personas que se han convencido de que no lo son?
Los medios de comunicación legitiman valores o promueven intereses en su actividad propia.
¿Quiere EL PAÍS -en toda su modernidad- seguir consolidando esta doble moral, o se sumará algún día a esta lucha que llevamos para que la sociedad y, por tanto, las instituciones eleven a la mujer -madre de todos los españoles- a la calidad de persona con todos los derechos que consagra la Constitución?
Confiamos, al menos, que sean conscientes de esta disonancia y tomen posturas coherentes frente a todos los seres humanos que integran esta comunidad.-
Miembro de la Comisión para la Investigación de Malos Tratos a Mujeres.
