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LA TRAGEDIA DEL 'CHALLENGER'

28 años de lucha por la hegemonía

La carrera espacial se inició el 4 de octubre de 1957, cuando la Unión Soviética lanzó al espacio y puso en órbita, por primera vez en la historia, un satélite artificial, el Sputnik 1. La nave era una pequeña esfera con cuatro antenas, que medía 58 centímetros de diámetro, pesaba 84 kilos y daba una vuelta completa a la Tierra cada 96 minutos. Este hecho desencadenó una serie de proyectos e investigaciones, que condujeron a que el hombre pisara la Luna en 1969 y que prosiguiera una carrera por la conquista del espacio, una de cuyas últimas manifestaciones es la lucha por la supremacía en el campo de las comunicaciones por satélite.En 1969, además de colocar a dos hombres en la Luna, Estados Unidos realizó un mapa de Marte mediante dos sondas no tripuladas. Dos años más tarde, la Unión Soviética exploró la superficie lunar con la ayuda de un robot conducido por control remoto. Entre 1957 y 1984 fueron lanzados al espacio más de 15.000 aparatos espaciales, no sólo por parte soviética o estadounidense, sino también de otros países.

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La tercera nación que puso un satélite en órbita fue Francia, en 1965, seguida por Japón, en 1970. China puso en órbita su primer satélite también en 1970, probablemente con la ayuda de un misil balístico. Gran Bretaña fue la sexta nación en desarrollar un vehículo lanzador espacial, en 1971.

Tras el lanzamiento soviético del Sputnik 1, en 1957, Estados Unidos desarrolló el programa Vanguard, con el fin de poner en órbita un vehículo de 9 kilogramos de peso. Estos primeros satélites de tamaño pequeño eran lanzados al espacio mediante dos diferentes vehículos, el Júpiter C y el Vanguard. El Saturno V, desarrollado para la puesta en marcha del programa estadounidense Apolo, a comienzos del decenio de los setenta, llegó a ser uno de los vehículos espaciales más utilizados.

La Unión Soviética puso en marcha el programa Luna, y consiguió el vehículo Vostok, capaz de poner en órbita un satélite de gran peso. Versiones mejoradas de este vehículo desembocaron en la puesta en órbita de un satélite de 14.500 libras de peso, el Soyuz.

En junio de 1967 logra alcanzar la superficie de Venus con un artefacto; cuatro meses más tarde, el programa soviético Cosmos llevaba a cabo la primera cita de contacto en el espacio.

En diciembre de 1968, Estados Unidos situaba en una órbita fija el primer observatorio astronómico espacial. En los cuatro años siguientes, el programa Soyuz alcanzó algunos récords notables, entre ellos numerosas citas y maniobras de abordaje espacial. A finales de 1971 se lanzó una serie de Soyuz y de vehículos espaciales automáticos de reabastecimiento que lograban acoplarse, incluso de dos en dos, con la estación orbital Salyut 6. El resultado más notable del programa Soyuz-Salyut fue el establecimiento de un récord de permanencia en el espacio de 185 días. Tras el éxito de las misiones lunares, el esfuerzo estadounidense en vuelos tripulados se vio aminorado en los años setenta. Se realizaron tres misiones Skylab, en 1973. En 1975 fue ejecutado el programa experimental Apolo-Soyuz en un gesto que venía a subrayar que, también en este campo, era posible la colaboración entre las dos superpotencias. En nuestra década, Estados Unidos ha puesto en marcha el programa Space Shuttle.

En los últimos años, el espacio se ha convertido en un campo de importancia estratégica excepcional, tanto para los Estados Unidos como para la Unión Soviética. Al ser varios miles de satélites los que circundan la Tierra y, presumiblemente, no todos con fines exclusivamente civiles, ha sido preciso asignar a la secretaría general de las Naciones Unidas la misión de llevar un registro de todos los objetos lanzados al espacio por los Estados miembros.

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