El Hermes centra las fricciones
El proyecto Hermes para el desarrollo de un transbordador espacial europeo se ha convertido en uno de los principales puntos de fricción en las relaciones entre París y Bonn.Para el Gobierno francés este programa es un paso imprescindible para el desarrollo de una industria espacial europea independiente y competitiva. La realización de esta iniciativa francesa requiere la cooperación de la República Federal de Alemania y, sobre todo, su aportación económica. En Bonn, sin embargo, el ministro de Finanzas, Gerhard Stoltenberg, se ha negado a disponer de fondos de¡ presupuesto para este proyecto europeo.
Según Stoltenberg, con las aportaciones hechas por la RFA a los proyectos Ariane V y la base espacial norteamericana Columbus han quedado agotados por ahora sus recursos financieros para programas espaciales civiles.
Por otra parte, en el Ministerio federal de Investigación existen muchas reticencias hacia este proyecto francés. El responsable de este ministerio, Heinz Riesenhuber, expresó recientemente al Gabinete estas dudas, y manifestó que el transbordador espacial europeo, tal y como ha sido concebido por el proyecto francés, habrá quedado obsoleto antes de haber sido terminado.
La pasada semana, el canciller Helmut Kohl dijo en Bonn que ya había dejado claro en sus últimos encuentros con Mitterrand que la RFA no dispone en la actualidad de la suma necesaria para integrarse de inmediato en el programa Hermes.
Según Kohl los franceses habían fijado en 1987 el comienzo de este proyecto, y el adelanto unilateral de las fechas por parte de París modiica las bases sobre las que fue tratada la posible participación alemana.
Ya en diciembre, durante su último encuentro con Kohl en París, Mitterrand insistió en la necesidad de contar aún en 1986 con una respuesta por parte de Bonn. Kohl señalaría más tarde que si se viera obligado a tomar una decisión en este año ésta habría de ser negativa. Ayer Kohl dijo que la cuestión del Hermes había sido tocada en las conversaciones, pero que no había sido discutida.
Mitterrand aprovechó la oportunidad ante la Prensa alemana para reafirmar el deseo francés de que la RFA coopere en este programa espacial.
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