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El ´caso Zabalza´ y la bestia negra

EL OMBUDSMAN

La muerte de Mikel Zabalza ha constituido una de las noticias más controvertidas del último mes. La primera información publicada por este periódico se reflejaba en la edición del pasado 27 de noviembre. En la página 16, una información firmada por José Luis Barbería, redactor de la delegación del País Vasco, informaba del asesinato en Lasarte (Guipúzcoa) del guardia civil retirado José Herrero Quílez. Al final de esta información se insertaba amparado con un ladillo, un comunicado del Gobierno Civil de esa provincia, que informaba que en la madrugada del día anterior se había detenido a varias personas como sospechosas de pertenecer o colaborar con ETA. Textualmente se afirmaba: "M. M. Z. G. informó que conocía la existencia de un zulo (escondite clandestino) en las proximidades de la localidad navarra de Endarlaza. Trasladado al lugar, el detenido, pese a ir esposado, consiguió huir, sin que hasta las once de la noche de ayer se hubiese logrado detenerlo". Ésta fue la primera información que los lectores de EL PAIS tuvieron sobre el que luego se llamaría caso Zabalza, apellido que corresponde a las iniciales facilitadas por el Gobierno Civil de Guipúzcoa el martes 27 de noviembre.Hasta el lunes 2 de diciembre, los lectores no volvieron a tener noticias de este tema. En la página 16, una crónica de la redactora Tonia Etxarri, bajo el título Intensa búsqueda en Guipúzcoa de un hombre que huyó de la Guardia civil esposado, constituía la siguiente entrega informativa del caso. En esta información de Tonia Etxarri se daba cuenta de los temores de la familia sobre la suerte del joven Zabalza y las circunstancias de su supuesta fuga, y textualmente se afirmaba: "El gobernador civil de Guipúzcoa, Julen Elgorriaga, reconoció ayer a este periódico que los guardias civiles que habían presenciado la fuga habían acudido a prestar declaración ante el juez instructor del Juzgado Central número 5 de la Audiencia Nacional, que les había convocado para interesarse por lo ocurrido.

Elgorriaga, que no descarta ninguna hipótesis sobre los hechos, reconoce que la versión ofrecida sobre la fuga parece una historia rocambolesca".

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A partir de esta fecha, el periódico va dando cuenta de las novedades más importantes que se van produciendo en tomo al caso, y el tema pasa a ser uno de los ejes informativos del mes de diciembre.El domingo día 15 de diciembre, los servicios informativos de las radios anunciaban la aparición de un cadáver en aguas del Bidasoa, que podía ser el de Mikel Zabalza. La delegación del País Vasco cubrió la información, que ocuparía en ese y sucesivos días espacios destacados en la primera página del periódico.

Los lectores han expresado sus opiniones en la sección de Cartas al director sobre las circunstancias y consecuencias políticas que han rodeado este lamentable y desgraciado hecho. El defensor de los lectores no ha recibido quejas ni rectificaciones a las informaciones elaboradas por el equipo de redacción de EL PAÍS. Sin embargo, varias personas han escrito para protestar por el tratamiento editorial efectuado en las páginas de Opinión. En particular, el editorial del pasado 24 de diciembre titulado Espiral de violencia.

El abogado Leopoldo J. Rojo Sastre lo califica de "infame lenguaje" y considera que es "falaz y contumaz la apelación a que la verdad del caso Zabalza será establecida por los tribunales cuando EL PAÍS ya ha condenado, con las pruebas en su contra, a las fuerzas de seguridad y a sus responsables políticos", y añade: "Es vejatorio para la mayoría, anticonstitucional y degradante atribuir a supuestos 'medios oficiales preparar las condiciones psicológicas para linchar a quienes discrepen de sus planteamientos sobre la lucha antiterrorista". Asimismo resalta que "las peleas particulares del periódico EL PAÍS con el señor ministro del Interior no pueden ser endosadas a los lectores". Considera que "es miserable llamar energúmeno, torpe, infame, paranoico y otras lindezas a un miembro legítimo y legitimado de un Gobierno democrático y hablar de personalidades de ETA Militar tan prestigiosas como Yoyes", y termina con una solicitud tajante contra el director de la publicación: "Es cierto que EL PAÍS, en su fuera contra el Gobierno democrático, ha perdido el rumbo y necesita urgentemente un nuevo timonel".

En términos menos agresivos escribe Aurora Juba Pérez, refiriéndose también al mismo editorial. "Desde hace tiempo", nos dice, "observo que los artículos referentes a la policía, Guardia Civil y sobre todo al ministro Barrionuevo están sesgados, destinados a ridiculizar, criticar sin matización; incluso se llega hasta utilizar un lenguaje indirecto para no alabar algunos aciertos. Me gustaría que usted mismo revisara los artículos sobre estos temas para que compruebe que Barrionuevo especialmente se ha constituido en la bestia negra de EL PAÍS". Más adelante señala: "Los adjetivos que utiliza el redactor son excesivos, porque ahí no se dice nada de la sangría provocada por los fanáticos del nacionalismo. En cuanto a lo dicho por el ministro en la sesión del Parlamento, yo misma oí que el que habló de dos versiones primero fue el diputado Marcos Vizcaya, con una serie de suposiciones sobre posibles delitos que luego cubría con buenos deseos. Creo que también EL PAÍS debe denunciar con más fuerza el doble juego de un nacionalismo mal entendido. Los derechos humanos deben ser para todos".

El resto de las misivas coincide en que el tono del editorial ha sido, cuando menos, desafortunado. "¿Piensa usted que es creíble la independencia del periódico cuando el método utilizado para hacer una crítica es el insulto (energúmeno, torpísimo)?", es la pregunta de una lectora de Alcorcón. Y la afirmación desde Solares de Guillermo Palomero: "Me da pena vuestra triste postura al menospreciar, siempre que la oportunidad os da ocasión, al ministro del Interior".

EL PAÍS ha publicado cuatro editoriales sobre el hecho. El 12, 16, 19 y 24 de diciembre. Estos comentarios representan la opinión del periódico y de ellos se responsabiliza el director de la publicación. El periódico tiene un comité editorial compuesto por responsables de la Redacción y personas directamente adscritas a la sección de Opinión. Este comité se reúne semanalmente y asesora al director para establecer los temas susceptibles de incluirse como editoriales del periódico, y en su seno se produce un debate sobre los criterios que orientan las opiniones que se desarrollan en los artículos editoriales.

El caso Zabalza se discutió en varias reuniones editoriales, según indica el director, Juan Luis Cebrián. "En primer lugar", afirma, porque constituía un tema de actualidad y porque las circunstancias que rodeaban el hecho merecían una clarificación, y a eso se han limitado los editoriales del periódico". El director opina que todas las posiciones deben ser escuchadas, pero que el periódico no puede silenciar su propia posición ante un caso controvertido como el de Zabalza. Rechaza enfáticamente que los juicios editoriales sobre la actuación del ministro del Interior puedan estar motivados por reyertas personales. "Barrionuevo", dice, "perdió el juicio contra EL PAíS, y para nosotros esto es asunto zanjado. Por tanto, lo que no vamos a dejar de criticar son aquellas actuaciones del Ministerio del Interior con las que no estemos de acuerdo o que nos parezcan censurables. Creemos que nuestros comentarios sobre las circunstancias que han rodeado la muerte de Zabalza y las intervenciones parlamentarias del ministro Barrionuevo merecían nuestra crítica o nuestra discrepancia. Como es lógico, también pensamos que hay personas que no están de acuerdo con nuestras tomas de posición. Puede que algunos juicios de valor no se compartan, pero no hemos realizado ninguna afirmación errónea ni hemos establecido hechos falsos".

Zabaltza o Zabalza

Algunos lectores desean conocer cuál es la grafía del apellido de Mikel Zabalza, expresada distintamente en los medios de comunicación; entre ellos, EL PAÍS. Por lo que a nuestro periódico respecta, podemos señalar que la primera vez que se utilizó su apellido, el pasado 2 de diciembre, se escribió Zabaltza. La redactora de la delegación de EL PAÍS, Tonia Etxarri, que elaboró dicha información, ante las dudas, lo consultó con el diario Egin, que lo consignaba en sus informaciones como Zabaltza, y EL PAÍS lo escribió de idéntica forma. A raíz de que se recibiera el 22 de diciembre en el periódico una fotografía de la manifestación celebrada en Pamplona por la familia, en la que se leía con grandes caracteres el nombre de Zabalza, se decidió que lo correcto era escribir el apellido como lo aceptaba su familia y, en consecuencia, había que publicarlo de esa manera a partir de entonces.

Según nos informa el jefe de la sección de Nacional, Javier Angulo, han sido consultados sobre el tema dos miembros de la Real Academia de la Lengua Vasca (Euskalzaindía), José Luis Lizundia y Endrike Knorr, y ambos coinciden en señalar que es igualmente correcto escribir Zabaltza o Zabalza, si bien precisan que la grafía correcta de la palabra en euskera es Zabaltza, aunque la misma, durante años, se castellanizó para convertirse en Zabalza.

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