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Los ecologistas denuncian los destrozos cometidos en 1985 en el parque del Manzanares

La Coordinadora Madrileña de Defensa de la Naturaleza, entidad con representación en el Patronato del Parque del Manzanares, ha calificado la situación de este parque de desastrosa, y ha enviado un escrito al presidente del Gobierno regional, Joaquín Leguina, en el que se describen los atentados cometidos este último año contra el paisaje, la fauna y la flora del parque. La coordinadora culpa de esta situación a la inexistencia de un servicio eficaz de vigilancia, que supondría "un costo de 200 millones de pesetas, que no podemos afrontar ahora", según el consejero de Agricultura y Ganadería, Luis Maestre.

A lo largo de 1985, según el informe realizado por miembros de la coordinadora basado en visitas de inspección sobre el terreno, los atentados han ido en aumento, como si la oposición que en su día suscitó la creación del parque regional entre un sector de los habitantes y pueblos afectados por su creación se hubiera materializado en un desinterés no exento de cierta mala intención. Sólo así se explica que hayan aparecido animales ahorcados, que se hayan expoliado huevos de aves rapaces en vías de extinción o que se haya incrementado la caza furtiva.El informe cita casos concretos: la construcción de una vivienda en una zona de reserva natural, a la derecha de la carretera de acceso a La Pedriza; los incendios ocurridos en los vertederos de Manzanares el Real y de Hoyo de Manzanares, vertederos que, por otra parte, deberían haber sido eliminados ya; la tala de árboles de especies autóctonas, como fresnos centenarios y encinas, en varias fincas.

El informe entregado a Leguina cita a continuación los abusos cometidos en la práctica de la caza, limitada fuertemente por la ley del Parque del Manzanares, y que parece haber provocado el efecto contrario. El pasado mes de octubre se pusieron cepos, y se ha detectado la muerte a tiros de un águila imperial y un buitre negro. Asimismo, ecologistas de la coordinadora han comprobado el expolio de cinco nidos: dos de buitre leonado, uno de halcón común, otro de águila imperial y otro de alcotán. "Es triste ver que ni siquiera en un espacio natural protegido, estas aves, cada vez más escasas, pueden sacar adelante sus nidos", dice el informe.

Al margen de los desmanes cometidos, la coordinadora denuncia la continuidad de actividades peligrosas para las especies de animales y el medio ambiente en general del parque, y las prácticas militares, que incluyen maniobras de helicópteros a ras de agua del embalse de Santillana, lo que ha espantado a la importante población de aves acuáticas existente.

Falta de vigilancia

Otros factores negativos importantes son la práctica habitual del motocross en municipios como el de Hoyo de Manzanares, a pesar de que el artículo 14 de la ley prohíbe expresamente esta modalidad deportiva; la existencia de basureros al aire libre; los vertidos de aguas residuales a los ríos, y la publicidad exterior, también expresamente prohibida en las zonas de reserva natural.La coordinadora estima que el consejero de Agricultura y Ganadería, Luis Maestre -a su vez presidente del patronato-, reaccionó con rapidez y eficacia el verano pasado, cuando se adoptaron medidas urgentes para controlar, mediante un cupo de terminado, la afluencia de visitantes a la zona de La Pedriza, pero echa de menos que esta rapidez no se haya extendido a otros problemas más graves y de mayor envergadura. "Debido a que más de las tres cuartas partes del parque regional son de propiedad privada, la clave del buen funcionamiento de éste es la creación de una nutrida y eficaz guardería, que actualmente no existe".

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La coordinadora calcula que sería necesario contratar 55 vigilantes, repartidos por ocho zonas, dotados con nueve vehículos todo terreno y radiotransmisores, además de adoptar medidas preventivas para atajar las irregularidades observadas.

Luis Maestre declaró ayer que desconocía los hechos ocurridos, y lamentó que los ecologistas no hubieran informado al patronato: "Está pensado montarse un servicio de vigilancia de esas características, pero supondría un gasto de unos 200 millones de pesetas, que no podemos afrontar ahora. Estamos también en tratos con el Instituto Nacional de Empleo para crear grupos de aprendizaje, en los que los alumnos recibieran clases teóricas y prácticas sobre la conservación del medio ambiente. Hay otra solución, y es que los habitantes de los municipios que estén a favor de la existencia del parque del Manzanares se organicen de alguna forma, en colaboración con la consejería, y suplan temporalmente la falta de medios oficiales".

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