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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Serra y la UMD

Sólo unas palabras: aquellas que el asco, la indignación y el eterno desencanto me obligan a escribir. Las que provocan cada una de las promesas rotas y cada una de las esperanzas perdidas: unas veces, amparadas en un posibilismo en el que hace tiempo muchos dejamos de creer; otras, simple y llanamente, en el miedo, y el señor Serra lo sabe muy bien.La defensa de un sistema democrático y la defensa de los fines políticos de una organización son cuestiones absolutamente diferentes. La primera estaba en el ánimo de todos los que vivimos aquellos años, fue la que permitió que todos obviasen sus diferencias por algún tiempo, y cuando entre todos lo conseguimos, cada cual pudo, por fin, defenderlas limpiamente con su voto en un Parlamento limpio y protegido por una Constitución limpia y, por fin, de todos. Fue entonces cuando la UMD, cumplida como estaba su tarea, y unánimemente, se autodisolvió: los fines políticos de cada organización quedaban ya en manos de quienes tenían la legitimidad, la libertad y la obligación de defenderlos. Si esto no es así, si el señor Serra considera la defensa de la democracia un fin político, espero que así lo manifieste públicamente, como públicamente espero también la explicación del significado que para el señor Felipe González tiene en castellano la expresión "deuda de honor".

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Siento una infinita tristeza al oírle decir que no ha perdido "ni

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una hora de sueño" con esta "absoluta minucia". Mi padre perdió bastante más que muchas horas de sueño, y con él, sus compañeros y miles de españoles que consiguieron, entre otras cosas, que esté usted sentado en un escaño de un Parlamento de un Estado de derecho. No pierda usted ni un minuto de su sueño buscando una solución honrosa; tampoco se le ocurra preguntarle a mi padre si le conviene o no regresar al Ejército, porque no es asunto suyo.

Señor Serra: no hay nada que negociar. Usted verá si le conviene a España, a la de todos los españoles, y a sus Fuerzas Armadas la vuelta sin condiciones, por la puerta grande, de quienes un día, y por la misma puerta, fueron expulsados por defenderla tal y como hoy es.- Hijo del ex capitán Restituto Valero Ramos, separado del Ejército en 1976 y actualmente en Venezuela.

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