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RELIGIÓN

Los italianos dan escasa importancia a la jerarquía católica, según encuestas de publicaciones religiosas

Juan Arias

De cada 100 italianos adultos, 75 no conocen el nombre de su obispo. Tampoco saben cómo se llama y cuál es su verdadera función el 50% de los católicos practicantes que van a misa cada domingo. Lo han revelado dos sondeos encargados por publicaciones de orientación católica: II Sabbato, semanal del movimiento Comunión y Liberación, y la revista Familia Cristiana. Ambas publicaciones habían encargado a dos importantes empresas de estadística la preparación de un sondeo científico sobre el estado de salud religiosa de los italianos.

Las encuestas revelan no sólo que el obispo de la propia diócesis es un gran desconocido, sino también que el 40% de los católicos no acepta orientaciones de tipo moral de los obispos. Y entre los adultos de 25 a 35 años el porcentaje sube al 50%. Por lo que se refiere al peso que los católicos italianos dan a las enseñanzas de la Iglesia, la fuerza mayor, 34,8%, la tiene el propio párroco; el 13,2%, la del Papa, y sólo el 2,6%, la del propio obispo. En Italia se declaran ateos sólo el 10,9%; el 36,1 % se confiesa creyente, pero poco practicante. Hay además un 17,3% que se considera creyente, pero sin ninguna práctica religiosa, y sólo el 27% confiesa que va a misa cada domingo.Sólo un 35% piden una catequesis obligatoria para los niños para inculcarles ideas más profundas sobre la doctrina de la fe, mientras otro 35,7% rechaza la idea, considerándola que atenta contra la libertad de conciencia.

Por lo que se refiere a la información que los italianos reciben de la vida de la Iglesia, sólo el 14% afirma que se informa con regularidad, mientras el 70,4% lo hace sólo ocasionalmente. El 41% de los italianos recibe su información religiosa sólo a través de los periódicos y de la radio y de la televisión.

Mujeres curas

Uno de los resultados más sorprendentes de dichos sondeos es que los italianos, considerados conservadores en materia religiosa, responden en un 54% a favor de que se conceda el sacerdocio a hombres ya casados, y el 41,8% está de acuerdo en que se admitan las mujeres al sacerdocio. Sobre el tema están de acuerdo también, aunque en número menor, los que en dichos sondeos se declaran católicos practicantes. Así el 31% está de acuerdo con el sacerdocio de los casados y el 32% con que las mujeres puedan ser curas.Los porcentajes son, sin embargo, más altos en Francia, donde un sondeo reciente del semanario católico La Vie ha revelado que el 29% estaría de acuerdo no sólo en que se conceda el sacerdocio a los casados, sino también que se permita casarse y continuar su ministerio a los actuales sacerdotes célibes.

Por lo que se refiere a que la Iglesia permita la ordenación de hombres casados, la cifra en Francia asciende al 83%, mientras que el 36% se declara de acuerdo en que se permita el sacerdocio a las mujeres.

Todas estas cifras tienen un especial significado en este momento si se tiene en cuenta que en el último sínodo extraordinario de obispos para conmemorar el 20º aniversario de la clausura del Concilio Vaticano II, los obispos y cardenales presentes ni siquiera estudiaron el tema en consideración y que las pocas voces que se levantaron para abordar el problema fueron en seguida apagadas por quienes habían tomado las riendas del sínodo. Sobre todo porque se trataba de temas a los cuales el Papa, que estuvo siempre presente en los debates, es completamente impermeable, hasta el punto que ha bloqueado las dispensas de celibato a los 6.000 sacerdotes que lo han solicitado. Respecto de la mujer, Juan Pablo II ha recordado siempre que su papel en la Iglesia debe ser, como el de la Virgen: estar de rodillas a los pies de la cruz.

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