El programa

La clave, junto con EL PAÍS, han sido los medios de comunicación que más han ayudado a que los españoles seamos más tolerantes. La clave nace en los albores de la democracia; por ella han pasado cientos de personajes, y miles de opiniones encontradas se han debatido de forma civilizada, ayudando mucho a la convivencia de los españoles.Es un cinismo descarado de los sociolistos, cargarse el programa por "la caída de audiencia"; audiencia manipulada por esos señores a los que les disgusta la independencia profesional del señor Balbín. La clave debe seguir siendo un lugar de encuentro de todos los pareceres nacionales e internacionales. En la historia española nos ha faltado casi siempre diálogo político, y esto es precisamente lo que nos ha proporcionado el señor Balbín con La clave. Eso sería una razón de peso para mantener el programa.

Quiero recordar al señor Guerra, vicepresidente del Gobierno, sus manifestaciones sobre el cambio que iba a traer su Gobierno a TVE. Parece ser que este cambio tampoco pueden llevarlo a cabo por "razones de estado". Todo el mundo sabe la posición anti-OTAN del señor Balbín, y ustedes le quitan el programa para que no tenga la tentación de sacar a debate de nuevo este tema. Ahora los rectores de la televisión pública nos dicen que el programa La clave ya no impacta. Lo que quieren decir es que se acercan el referéndum, elecciones andaluzas y legislativas. La clave, programa pluralista y de difícil manejo por los partidos políticos, tiene que dejarse de emitir porque puede molestar, ¿a quién? Ahora y en este país se censura, se amordaza, no hay libertad de expresión en RTVE. La forma como se ha acallado el único programa de debate en directo de la televisión de todos los españoles es una prueba contundente.-