Los toxicómanos de El Patriarca acusan al Gobierno vasco de no reconocer su labor

Un centenar de toxicómanos vascos de la comunidad de El Patriarca realizan desde hace días en San Sebastián una serie de encierros, manifestaciones y otros actos de protesta que culminaron anoche con el inicio de una huelga de hambre, en el intento de lograr que el Gobierno vasco reconozca oficialmente el trabajo que desempeña esta organización. En la última semana la ciudad ha sido cubierta de carteles en los que se denuncia el tráfico y consumo de drogas, se acusa a la Administración vasca de despilfarrar el dinero destinado a combatir la toxicomanía y se critica por ineficaz la terapia sustitutiva -a base de metadona fundamentalmente- como método de desinhibición progresiva. Con la ayuda de sus familiares, los toxicómanos vascos que buscan su rehabilitación en El Patriarca mantienen estos días un pulso con la Administración autónoma ante una opinión pública, que se muestra algo confusa.Además del reconocimiento del trabajo de prevención, rehabilitación y reinserción del drogadicto, El Patriarca trata de conseguir que el Servicio Vasco de Salud (Osakidetza) se comprometa a subvencionar el período completo de estancia de los toxicómanos enviados por las instituciones públicas vascas. En la actualidad, según portavoces de El Patriarca, la Diputación de Guipúzcoa y Osakidetza subvencionan únicamente cuatro meses de estancia de los toxicómanos, con 20.000 pesetas por persona y mes, cuando los costes de estancia en esta asociación son de 80.000 en el primer mes, de 50.000 en el segundo y de 35.000 en los siguientes. Otra de las peticiones de los toxicómanos vascos de El Patriarca es la apertura o la búsqueda de una solución alternativa al centro de Igueldo, recientemente clausurado.