Aquí se tortura

Hace un año, un policía se ensañó conmigo públicamente en la manifestación del 12 de diciembre de 1984 para demostrarme que la tortura no existe. Lo que todavía no he podido digerir es que varios amigos ex -más o menos- revolucionarios me comentasen: "Te está bien empleado por salir a defender asesinos".Meses antes, otros hampones del poder me dijeron que hacía apología del crimen y del terrorismo por declararme contraria a las extradiciones (la entrega de Companys, Cruz Salido, Zugazagoitia y Laval -entre Pétain, Franco y De Gaulle- es mi rasero). Además de republicana y roja, soy consecuente con mis ideas.

Este Gobierno socialista necesita unos ejercicios espirituales o una revolución cultural o unas clases nocturnas de socialismo, y después discernir.

Los asesinos de Zabalza sois vosotros, los bienpensadores a los que nada altera, a los que el cianuro de la paz y el orden franquista os ha dejado marcados los huesos y el alma.-