Unos 3.000 mineros de Teruel se manifiestan en Madrid

Unos 3.000 mineros de Teruel permanecieron ayer, durante más de 10 horas y bajo una fuerte lluvia, en las inmediaciones del Ministerio de Industria, esperando que algún representante de la Administración recihiera a una comisión para tratar sobre el futuro de la minería de Teruel Hacia las 10 de la noche, los integrantes de la comisión, entre los que se encontraban los secretarios generales de minería de CC OO y UGT, Manuel Nevado y José Antonio Saavedra, respectivamente, y el diputado socialista al Parlamento aragonés, José Manuel Navarro, anunciaron que iniciaban una huelga de hambre y nuevas movilizaciones.

Unos 3.000 mineros vistiendo ropas de faena, y acompañados de sus familiares, acudieron ayer a Madrid para intentar mantener una entrevista con los responsables del Ministerio de Industria y tratar el futuro de la minería de la zona. Durante más de 10 horas, bajo una fría lluvia, los mineros esperaron inútilmente una respuesta de la Administración. El paseo de la Castellana permaneció cortado durante más de tres horas sin que interviniera la fuerza pública.Los mineros se concentraron a las 13.OO horas en la explanada del estadio Bernabéu y desde allí se dirigieron hasta el Ministerio de Industria, a unos centenares de metros. La marcha iba encabezada por los secretarios generales de la minería de CC OO y UGT y otros dirigentes obreros.

La manifestación fue interceptada en la misma puerta del Ministerio de Industria por la Policía Nacional que anunció que los responsables del departamento se encontraban en el Congreso de los Diputados. Los mineros, tras arrojar sacos de carbón ante la puerta del edificio, se dirigieron hacia el Parlamento.

Cuando la marcha había llegado nuevamente al estadio Santiago Bernabéu, un mando de la Policía Nacional les indicó que el Ministerio de Industria había anunciado que sería recibida una representación de mineros. Un grupo, en el que se encontraban Manuel Nevado, José Antonio Saavedra, José Medina y José Manuel Navarro, penetraron en Industria. En ningún momento se permitió el acceso al edificio a otras personas, incluidos los periodistas.

Huelga de hambre

Al filo de las 10 de la noche, Saavedra y Nevado salieron al exterior e hicieron una propuesta a los mineros concentrados: ellos junto a los demás miembros de la comisión, se encerraban en el edificio y se declaraban en huelga de hambre hasta que se garantizara el futuro de la minería de Teruel. Se convocaba huelga general en los pueblos mineros de la zona para los días 30 de diciembre y 2 y 7 de enero. En caso de que para el día 9 no se resolviera el conflicto, se procedería al encierro indefinido en las explotaciones turolenses. Y mientras tanto, se llevaría a cabo una campaña de desobediencia civil y se realizarían concentraciones en apoyo de los encerrados.

Horas antes se había dado lectura a un telegrama del diputado socialista Ramón Hernández, que, con otros dirigentes mineros, permanece en huelga de hambre a 240 metros de profundidad en una mina de Teruel. En su telegrama Hernández pedía a "los poetas, los intelectuales, los albañiles, las amas de casa que apoyen a los mineros". "Queremos", decía, "que digáis al mundo que los mineros creemos en un mundo en paz, un mundo de justicia y de trabajo". Su mensaje fue recibido con gritos de "¡Viva Ramón Hernández y los compañeros encerrados!". Los gritos a favor de Hernández rivalizaron con los lanzados contra Pedro Bofill, también diputado por Teruel, al que acusaban de tener "un piquito de oro, y de no preocuparse de nuestros problemas".

A la misma hora en que los dirigentes mineros anunciaban la imposibilidad de entrevistarse con algún representante del Gobierno, se conocía que el ministro de Industria, el secretario general de la Energía y la directora general de la Energía, en el mismo edificio, llegaban a un acuerdo sobre el intercambio de activos con las compañías eléctricas.