Norte y sur de Joan Manuel Serrat
Con el cartel de "no hay entradas" para los siete días que durarán sus actuaciones comenzó Joan Manuel Serrat en Madrid, la tanda de recitales con que presenta su nuevo trabajo sobre poemas de Mario Benedetti El Sur también existe. Situado en medio de tres pantallas blancas sobre las que se proyectaron de vez en vez diapositivas motivadas, al parecer, más por el azar que por la necesidad, y con el acompañamiento de su cuarteto habitual -Ricard Miralles al piano, Jordi Clua al bajo, Francese Rabassa a la batería y Albert Cubero a la guitarra-, el cantante inició la actuación con esa vibrante declaración de principios que es Cada loco con su tema.Desde el primer momento demostró Serrat una vez más su indudable capacidad de comunicar con el público. Una comunicación que se basa tanto en su actitud escénica como en las canciones que compone y canta. Ofrece Serrat un mecanismo de comunicación que se identifica a la perfección con el público, algo así como un espejo en el que se refleja el espectador y que le devuelve la imagen de un hombre común, igual a los oyentes, ajeno a cualquier misterio o segundas intenciones. Un mecanismo que se acentúa en los gestos tímidamente dubitativos con que adereza las presentaciones, en el rascarse la,cabeza pensativo o frotarse las manos cómplice, en las sonrisas o guiños de ojo, que no son sino una muestra del absoluto dominio con que se mueve el cantante en el escenario.
Recital de Joan Manuel Serrat
Intérpretes: Joan Manuel Serrat y su conjunto. Teatro Alcalá Palace. Madrid, 25 de diciembre.
Una canción desnuda
Serrat salió pletórico de voz, seguro y confiado, y así fue desgranando sus canciones de líneas melódícas fácilmente identificables que el público reconoce desde la primera nota haciéndolas suyas. Canciones irregulares en las que junto a hallazgos expresivos de primera magnitud (Tu nombre me sabe a yerba o Cada loco con su tema, por ejemplo) y la sabia utilización de un lenguaje cotidiano, al que conscientemente el cantante arranca toda tentación de hacer literatura, se da a menudo una abusiva utilización de pareados que se despeñan peligrosamente hacia el ripio sin paliativos.Las nuevas canciones de El Sur también existe, ocho de las cuales interpretó en su presentación madrileña, fueron acogidas con la incertidumbre que siempre da escuchair canciones poco conocidas, especialmente cuando se trata del canciones complejas, matizadas y ricas, como las escritas por Mario Benedetti, con verso exacto y Sugerente, algunas tan plenamente logradas como Una mujer desnuda y en lo oscuro, Los formales y el frio o El Sur también existe.
El sonido del grupo, formado por excelentes músicos de probada sensibilidad y dominio del instrurnento, resultó plano y sin matices, más quizá por la mezcla que llegaba al oyente que por la propia interpretación.
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