Vascos
Más cristalino, ni un apunte de amor capaz de imaginar el estremecimiento del dolor.Ellos dicen: "Negociemos la autodeterminación"; y por esto han matado, matan y matarán, del brazo incorpóreo de los vascos; sólo Benegas gritando y los suyos con la boca pequeña arengan a los batallones de sus fantasmas.
Y el Gobierno de Madrid responde: "Jamás", con acento infinito, "a la autodeterminación"; y por esto el Gobierno se manifiesta como hipnotizado cuando mata el GAL; y en andas de su ingenuidad, o de su ignorancia, o de su incapacidad, recita el padre nuestro de la reinserción social.
Resultado: esa película de sangre de sesión continua. ¿Fatal? ¿Son posibles tanta torpeza política y pereza intelectual en un Estado de derecho, en un país libre? ¿Es real la amnesia que ha borrado de la cabeza de la Prensa española el recuerdo de aquellos colegas que le peliculearon al mundo entero la ceguera -y sus consecuencias- de su Gobierno, el americano, en Vietnam?
Dentro de 10 años (20 más allá de la muerte de la dictadura) seguiremos en las mismas: el presidente de turno, en los foros internacionales, magnificará su angustia y suplicará ayuda contra el terrorismo internacional; el ministro del Interior del momento anunciará regularmente el disloque de ETA; todos nos consolaremos con los Zabalza, "que es una bandera para los terroristas, ahora que la reinserción y la buena voluntad del Gobierno Vasco", etcétera.
Y nuestro bochorno será lo que hoy, políticamente, es nuestra perplejidad al rememorar aquella batalla histórica de los socialistas en 1975: "Monarquía o república"; y para espantarnos de nosotros mismos ante el espejo de la historia, podremos arrancarnos los dientes, como hoy casi sonreímos al cotillear lo de los 800.000 empleos; y para llorar de asco alguien se masturbará ante sus muertos, de igual manera que hoy tararea, silbando y oteando sueños inconcretos, la canción de la OTAN.
Por favor, de ser así, yo quiero ser vasco, o sueco. O mejor aún: yo quiero volver al vientre de mi madre.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
Últimas noticias
Ocho muertos por una explosión en una mezquita alauí de Siria durante el rezo principal de la semana
La Policía de Málaga interviene en una fiesta con cien personas en una vivienda alquilada en Churriana
Tráfico prevé 8,3 millones de desplazamientos en la segunda fase de la operación especial de Navidad
China sanciona a 20 empresas de defensa de Estados Unidos por vender armas a Taiwán
Lo más visto
- Los socialistas valencianos reclaman a Feijóo que entregue a la jueza de la dana la conversación íntegra con Mazón
- Víctor Bermúdez, profesor de Filosofía: “Hemos perdido el control del proceso educativo, lo que damos en clase es en gran medida un simulacro”
- “Un jardín con casa, no una casa con jardín”: así es la premiada vivienda de 146 metros cuadrados que se camufla con la vegetación
- Zelenski confirma que cualquier pacto con Rusia deberá ser ratificado en referéndum
- Maisa Hens, cantante: “Gracias al anuncio de El Almendro no tuve que volver a hacer un ‘casting”




























































