El futuro forestal de España

Considero preocupantes -por aquello del compromiso del científico con la sociedad- las declaraciones hechas por el presidente de la recién creada Asociación para el Progreso Forestal (forestalistas, papeleros y empresarios) acerca del futuro forestal de España (EL PAIS del 11 de diciembre). Decir que el clima y el suelo podrían convertir a España en un país exportador de madera es poco menos que decir que también podría serio de petróleo. Aunque, desde luego, puede conseguirse. A la fuerza ahorcan. El paisaje español podría, en efecto, transformarse en un inmenso eucaliptal o en un cultivo de pinitos (a veces, pinos); las ciudades, en inmensos bancos y grandes almacenes, y los pueblos, en hoteles para que pasen sus vacaciones nuestros hermanos europeos. Desgraciadamente, el concepto de desarrollo forestal que, salvo pocas lúcidas excepciones, ha demostrado tener este país nuestro ha consistido en un lamentable y costoso despliegue de medios que ha dado al traste con recursos naturales y economías agrarias -agrícolas, ganaderas y también forestales- mucho más rentables para el bienestar, la economía y el medio ambiente español que esos supuestos beneficios de los eucaliptos y los pinos. Si el señor presidente de la APF, en su condición de ingeniero, no sabe "qué podremos hacer con el terreno" en el futuro, permítame sugerirle que simplemente piense un poco, hombre.- Catedrático de Ecología de la universidad de Madrid.