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Montazari, sucesor de Jomeini, pide ser sustituido

El ayatollah Alí Hossein Montazari, elegido el 23 de noviembre sucesor del imam Ruhollah Jomeini como guía de la revolución iraní, ha pedido que se revise su elección. En un comunicado de su gabinete, leído el miércoles por Radio Teherán, el dignatario religioso shií explica: "A pesar de los deseos de mi corazón, fui colocado ante el hecho consumado de mi nombramiento". "Dada la existencia de otros grandes dirigentes religiosos", añade, "quisiera que mi nombre fuese retirado".

Montazari, un hombre modesto de origen campesino, aconsejó también a través de las ondas a sus partidarios -"hermanos, hermanas, clérigos y estudiantes"-, que tenían previsto desfilar hoy en Teherán en apoyo a su nombramiento, que desconvoquen la manifestación y concluyó su declaración radiofónica expresando la esperanza de que Jomeni disfrute de una larga vida y goce de buena salud".Aunque el delfin del actual guía supremo no da cuenta en su misiva de los motivos que le incitan a intentar renunciar a acceder, tras el fallecimiento de Jomeini, al más alto cargo de la jerarquía religiosa en el poder en la república islámica, algunas fuentes lo achacan a su conocida repugnancia por participar y, más aún zanjar, los debates teológico-políticos que agitan al clero shií en Irán.

Si la solicitud de Montazari es tomada en consideración por los 80 integrantes de la asamblea de expertos, elegida hace tres años por sufragio universal, el mecanismo previsto para la designación de uno o varios sucesores del imam Jomeini deberá nuevamente ser puesto en marcha y "las dudas y desacuerdos" sobre el clérigo digno de ese puesto, que, según el presidente Alí Jamenei, habían sido "definitivamente resueltas", podrán resurgir de nuevo.

En contra de las primeras interpretaciones, la elección de Montazari no parecía estar relacionada con un deterioro de la salud del imam Jomeini, de 85 años de edad según su biografía oficial, que el pasado 30 de noviembre pronunció un discurso de media hora y se sentó y se levantó solo, tras rechazar la ayuda de uno de sus acompañantes, demostrando así estar en posesión de sus facultades físicas y mentales.

Un diario matutino de Teherán, justificó la designación de Montazari, de 63 años de edad, antes del fallecimiento del actual guía supremo por la necesidad de "establecer una continuidad en el seguimiento de la línea del imam", y añadió que "supone además un golpe decisivo para los contrarrevolucio-narios y demás elementos oportunistas que pensaron que podrían infiltrar la sociedad y conquistar posiciones tras la desaparición del ayatollah Jomeini".

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