El fiscal pide un año de cárcel para un abogado que reprochó al juez una sentencia

El abogado Carlos Carrasco-Muñoz será juzgado hoy en la Audiencia Provincial de Burgos por un supuesto delito de desacato del que le acusa el fiscal, quien solicita para el procesado un año de prisión y una multa de 30.000 pesetas. Entre los hechos que se imputan al ahogado figura haber reprochado a un magistrado pariente suyo la sentencia dictada contra varios vecinos de Pinillos de Esgueva. (Burgos).

También se le acusa de la convocatoria de una conferencia de Prensa en la que se vertían conceptos que tuvieron "disgresión nacional [sic] a través de varios órganos de prensa diaria".Tanto la carta dirigida el 21 de julio de 1981 por el abogado Carrasco-Muñoz a su primo segundo, el juez de instrucción de Aranda de Duero, Juan Miguel Esteve Campillo, como la convocatoria de una conferencia de Prensa para el 19 de septiembre del mismo año tuvieron como motivo la indignación de la mayor parte de los vecinos de Pinillos de Esgueva, de los que el ahogado procesado era asesor jurídico, por la sentencia dictada el 11 de julio de 1981, mediante la que el juez de Aranda condenó a 23 vecinos por el delito de coacciones. Los vecinos recordaron que dicha condena contra ellos se produjo a pesar de haber sido objeto de los disparos de los hermanos Larrea, con resultado de 11 heridos. El 24 de febrero de 1979, estos vecinos se dirigieron a la finca que araban los Larrea para llamarles la atención por haber incumplido el compromiso contraído ante el gobernador civil de Burgos de no tocar unas tierras en litigio hasta tanto se produjera resolución judicial sobre el caso.

Según el fiscal, la carta dirigida por el abogado al juez Esteve, "amparándose en un lejano parentescó", dice, fue enviada "con ánimo unitario de desprestigio de la autoridad judicial". Entre las frases de la carta que reproduce figura la siguiente: "En la sentencia que has dictado te has equivocado de parte a parte".

"Parecía un reaccionario"

El fiscal recuerda que, al tomarle declaración, el abogado aclaró que, por su comportamiento, el juez parecía "un reaccionario", y que entendía políticamente que "este tipo de personas no debe estar desempeñando un cargo como el de juez, que requiere una exquisita objetividad". Por su parte, Carrasco-Muñoz, en su escrito de conclusiones provisionales, señala que la carta "era de índole personal, de un pariente a otro y sin ámmo de desprestigio de la autoridad judicial", a la que en todo caso se dirigió con posterioridad a la sentencia. Reconoce que las valoraciones políticas del escrito son discutibles, pero dejan a salvo la honorabilidad de la persona y de la institución.En cuanto a la conferencia de prensa, el fiscal señala que el 19 de septiembre de 1981 el procesado "inspiró la convocatoria de una llamada rueda de prensa", en la que se vertieron conceptos Como "instituciones", "funciones", "salvaguardia de las conductas más antisociales de unos pocos...". Carrasco-Muñoz se muestra disconforme con la interpretación dada por el fiscalia la mencionada convocatoria.

Al parecer, el fiscal se refiere a un párrafo de la convocatoria en el que se decía que los vecinos de Pinillos, huérfanos de la protección de las instituciones, que debieron ser creadas para la defensa de los intereses públicos, pero que, en la práctica, funcionan como salvaguardia de las conductas más antisociales de unos pocos, no olvidan tampoco el papel negativo de las autoridades provinciales y regionales, ni de la mayoría de los parlamentarios burgaleses, que hacen caso omiso de sus deberes en la gobernación de estas tierras".

En cuanto a los datos policiales que figuran en el sumario contra Carrasco-Muñoz, según los cuales fue detenido por toxicómano y buscado por estafa, el procesado, en su escrito a la Audiencia, los considera "radicalmente falsos" y anuncia el inicio de acciones judiciales contra los responsables de los mismos.