El Ejecutivo reitera en las Cortes su deseo de lograr un consenso en política exterior

El ministro de la Presidencia, Javier Moscoso, reiteró ayer en el Pleno del Congreso la intención del Gobierno de celebrar el referéndum sobre la OTAN "los primeros meses de próximo año". Moscoso reiteró el deseo de consenso en materia de política exterior con los grupos de la Cámara y ratificó la fecha del 4 de febrero como día para celebrar el debate de política de seguridad, en el que se incluirá la pregunta que se someterá a consulta popular.

Moscoso fue el encargado por el Gobierno para responder a las interpelaciones en esta materia que formularon por separado el Grupo Popular, Minoría Catalana y Grupo Vasco. Mientras que el porta voz del Grupo Popular, Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón, se refirió con profusión al referéndum y lo rechazó, el portavoz de Minoría Catalana soslayó este asunto. El político catalán defenderá la próxima semana una moción en la que se solicita a la Cámara que ratifique la permanencia de España en la OTAN. El ministro de la presidencia, Javier Moscoso, sólo con la presencia en el banco azul del vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra, reconoció con naturalidad los sucesivos aplazamientos del debate de política exterior. "Va a realizarse en febrero por razones que no voy a decir, pero en esa fecha se pueden dar condiciones que ahora no se dan", dijo Moscoso crípticamente. "Las circunstancias hacen conveniente que no haya un amplio espacio de tiempo entre el debate y el referéndum y por ello se realizará éste en febrero, en una sesión en la que se aprobará la solicitud del Gobierno para convocar el referéndum, así como los términos exactos de la consulta", explicó Javier Moscoso.

El portavoz del Grupo Popular, Miguel Herrero, pretendió desvelar en su intervención la estrategia que presuntamente iba a utilizar el presidente del Gobierno, Felipe González, en el comité federal del próximo fin de semana para "convencer" a su partido. "Les iba a decir que no nos integramos militarmente en la NATO sino tan solo en los tramos militares previos a la organización militar, lo que supone que no obtendremos ninguna ventaja de la alianza, todas serán para ella", explicó Herrero, que dijo poseer esta ínformación por diferentes vías.

"Su fórmula engaña al pueblo español al decirle que no está militarmente integrado y reniunciando a cuatro ventajas: la presencia en los foros de decisión, los mandos militares, las inversiones de iniraestructura y la garantía frente a amenazas fuera del área", esto último referido a Ceuta y Melilla, al no estar protegidas por el paraguas atlántico.

El portavoz de Minoría Catalana, Miquel Roca, preguntó a Moscoso si el Gobierno mantenía su oferta de consenso, si ratificaba el decálogo desarrollado por el presidente en 1984 y, por último, si el Gobierno seguía con la intención de permanecer en la OTAN. "Si la respuesta es negativa esta Cámara debe ser la primera en conocerlo. Si es afirmativa, ¿por qué se impide que el Parlamento haga suyo un proyecto del Gobierno?", inquirió Roca.

El portavoz de Minoría Catalána presentará la próxima semana en el Congreso una moción al Gobierno basada en tres puntos: el Congreso mantiene la voluntad de permanecer en la Alianza Atlántica, se ratifica la decisión de que España sea territorio desnuíclearizado y, por último, la participación de España en la estructura militar queda supeditada a las necesidades del plan estratégico conjunto.