El ritmo de cumplimiento de la ley

La ley de Incompatibilidades, en el mejor de los casos, tardará un año en aplicarse a los médicos, de acuerdo con las estimaciones de funcionarios con responsabilidad en el Ministerio de la Presidencia. Fuentes de Sanidad estiman que el ritmo será bastante más lento.En primer lugar, se procesarán los casos de aquellos que no han ejercido opción. La Administración señalará entonces a cada uno de ellos un sólo puesto de trabajo y obligará a devolver el dinero percibido por el resto de los puestos de trabajo a partir del 1 de enero de 1986. Posteriormente se abrirá un expediente disciplinario por falta grave, que le podrá acarrear al infractor incluso la pérdida del único puesto de trabajo que le quede.

El segundo barrido se hará con aquellos médicos que hayan optado por quedarse con dos puestos de trabajo que sean compatibles (según sea el horario a tiempo parcial y el contenido del trabajo). En tercer lugar se registrarán aquellos que optan por un sólo puesto de trabajo en la Administración.

El ritmo de la aplicación de la ley puede verse entorpecido por los recursos personales. La CESM, aunque ha pedido a sus afiliados que rellenen correctamente los formularios, se ha reservado el derecho de recurrir contra la aplicación de la ley y está estudiando las medidas que adoptarán una vez que se comunique a cada médico el resultado de la nueva distribución de puestos de trabajo.

El secretario de la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública, Marciano Sánchez Bayle, ha señalado que se producirán problemas en algunas especialidades -como en el caso de la diálisis-, dado que paralelamente no se convocan plazas suficientes de especialistas de éste y otros campos.

Sánchez Bayle señala, no obstante, el peligro de que esta ley, a la que la FADSP apoya con algunos reparos, "no se ejecute a su debido tiempo y se estrelle como ya pasó con la de UCD", y añade que deben empezar a dar ejemplo los directores de algunos hospitales de Madrid, que siguen en sus puestos a pesar de incurrir en manifiesta incompatibilidad.