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Brandt pide desde Polonia un mayor acercamiento entre los dos bloques europeos

La reciente cumbre de Ginebra entre el presidente norteamericano, Ronald Reagan, y el máximo dirigente soviético, Mijail Gorbachov, brinda una oportunidad extraordinaria a los países europeos para multiplicar sus contactos por encima de barreras ideológicas y abrir una segunda fase de la distensión, manifestó ayer en Varsovia el presidente del Partido Socialdemócrata Alemán (SPD), Willy Brandt.

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Distintas ideas sobre distensión

Brandt, que se encuentra en la capital polaca con motivo del 15º aniversario del acuerdo fronterizo germano-polaco, que firmó en 1970 cuando era canciller (jefe de gobierno), advirtió que sería lamentable que tentaciones occidentales de desestabilizar algún régimen socialista dieran al traste con esta oportunidad.Durante su estancia en Varsovia, que finaliza esta noche, el ex canciller ha mantenido tres largas entrevistas con el jefe del Estado y del Partido Obrero Unificado Polaco (POUP), general Wojciech Jaruzelski. En estas reuniones, al igual que en una conferencia en el castillo de Varsovia, Brandt reiteró el firme compromiso de su partido y, señaló, de la inmensa mayoría de los alemanes, con el acuerdo que establece como definitiva la frontera germano-polaca surgida de la II Guerra Mundial a lo largo de los ríos Oder y Neisse, desde el mar Báltico hasta Checoslovaquia.

Declaraciones de dirigentes cristianodemócratas alemanes que cuestionaban esta frontera y sugerían la validez de las fronteras anteriores a la contienda han provocado en los últimos años continuos conflictos entre Polonia y la República Federal de Alemania (RFA).

La visita de Brandt a Polonia levantó fuertes críticas en sectores conservadores de Alemania Occidental, que calificaron sus anunciadas entrevistas con Jaruzelski de "puñaladas al pueblo polaco". Según estas críticas, la visita de Brandt sólo tendrá como resultado el fortalecimiento del régimen del general y un avance de éste en sus intentos por romper el cerco internacional que le fue impuesto por Occidente tras la implantación de la ley marcial el 13 de diciembre de 1981.

La organización clandestina Solidaridad también atacó a Willy Brandt por negarse éste a aceptar la invitación del antiguo dirigente del sindicato, Lech Walesa, a acudir a la ciudad de Gdansk para entrevistarse con él. Brandt explicó en su momento que no tenía previsto acudir a Gdansk y que, de ir Walesa a Varsovia, le recibiría con gusto.

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Intelectuales católicos

El dirigente socialdemócrata alemán se entrevistó ayer en la residencia del embajador en la RFA con un grupo de intelectuales católicos, todos cercanos a Solidaridad; entre ellos estaba Tadeusz Mazowiecki, uno de los principales asesores de Walesa. Hoy, Brandt se entrevistará con el cardenal primado, Jozef Glemp, antes de regresar a Bonn.

Ayer, el ex canciller se reunió en la residencia del embajador alemán con un pequeño grupo de periodistas occidentales para hacer un primer balance de su viaje. Según manifestó Brandt, el general Jaruzelski comparte sus esperanzas de que, con el proceso puesto en marcha en Ginebra, los países europeos intensifiquen su diálogo y Polonia recupere su papel en la escena política europea.

Esta recuperación de Polonia como interlocutor es necesaria, tanto para hacer frente a la crisis endémica de la economía polaca como para el diálogo constructivo en Centroeuropa, donde Polonia es una pieza imprescindible.

Según Brandt, el general expresó su amargura por lo que considera la utilización de Polonia como un "sustituto de adversario". Jaruzelski mantiene que su país ha sido blanco de una campaña de ataques dirigidos en realidad contra la Unión Soviética en el marco del enfrentamiento entre las superpotencias.

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