Estocolmo se vistió de gala para escuchar a la Orquesta Filarmónica Internacional
El principal escenario musical de Estocolmo, la Casa de Conciertos (Koncerthuset), se vistió de gala ayer domingo para recibir al famoso director Carlo Mario Giulini al frente de la Orquesta Filarmónica Internacional, integrada por un centenar de músicos procedentes de más de 50 países. Con apenas cinco días de ensayos, Giulini respondió al desaflio de ofrecer una versión de la Octava sinfonía de Anton Bruckner, acorde con sus antecedentes de ser uno de los mayores directores contemporáneos.
Finalidad altruista
El acontecimiento tuvo, además de su indiscutida significación musical, una finalidad altruista, ya que el medio milló unos 10 millones de pesetas que los organizadores esperaban recaudar estarán destinadas al Fondo Internacional de las Naciones Unidas para la Ayuda a la Infancia (Unicef).Por la organización de esta velada responden la Real Academia Musical de Suecia, la compañía Scandinavian Airline System (SAS) y Unicef. Sobre el fondo de relaciones públicas de la empresa aérea recae el mayor peso desde el punto de vista económico, ya que tiene a su cargo el traslado dé 92 músicos procedentes de todo el mundo hasta Estocolmo y desde ésta hasta sus países de origen, su alojamiento durante seis días en el hotel Royal Viking, de la capital sueca, donde una habitación simple cuesta 950 coronas por día, y además la publicidad del acontecimiento.
La paternidad intelectual de esta gala corresponde a la directora de coros francesa Frangoise Legrand y su esposo, el jurista Marc Verriére, quienes desde hace más de un año se pusieron en contacto epistolar con las orquestas sinfónicas de todos los países invitándolas a enviar a su mejor solista en un instrumento determinado, y cuando tuvieron suficientes respuestas presentaron el proyecto a Unicef y contactaron a la oficina de SAS en París.
Esta gala puede considerarse un prólogo de la gran ceremonia del año, la entrega de los Premios Nobel 1985, que tendrá lugar mañana martes.
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.