Trabajo sin redondear
Nunca hasta ahora había dirigido Frühbeck de Burgos la Orquesta de la RTVE. Han tenido que pasar siete años desde que dejase la titularidad de la Orquesta Nacional de España (ONE) para su presentación con la otra orquesta española. Las dos sinfonías escogidas compusieron un atractivo programa en el que, además, no es difícil obtener un éxito. Frühbeck lo consiguió y muchos bravos coronaron su versión de la más popular de las sinfonías de Mahler, compositor a quien el propio director introdujo en España cuando aquí esa música era sólo patrimonio de unos pocos.El principal director invitado de la Sinfónica de Washington no consiguió lo que Rostropovich, titular de la misma, logró hace unos días en un concierto en el que hizo tocar a la orquesta a un nivel bastante superior al habitual. En la Primera de MahIer se notó un esfuerzo que no se acabó de redondear, tanto por algún desajuste en la entrada de instrumentistas como en la definición del carácter de cada movimiento. En este sentido hay que citar que ni el lieder del segundo estuvo marcado en su ritmo de danza popular, ni se reflejó toda la ironía que Maliler introdujo en las músicas que se inmiscuyen en la marcha fúnebre hasta casi llegar a masacrarla.
Orquesta de la RTVE
Obras de Beethoven y Mahler. Director: Rafael Frühbeck de Burgos. Teatro Real. Madrid, 5 de diciembre.
La buena respuesta de maderas, metales y percusión permitió en el último movimiento amortiguar las dificultades de la cuerda aguda en los pasajes nada cómodos.
Mucho más gris resultó la realización de la obra de Beethoven, una sinfonía plena de una jovialidad y alegría que no se logró transmitir más que en su último tiempo, curiosamente el más difícil en su virtuosismo.
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