"El socialismo tiene que recuperar para si las ideas de empresa y riesgo", según el alcalde de Barcelona

"El socialismo tiene que recuperar para sí la idea de empresa y la idea de riesgo", afirmó ayer el alcalde de Barcelona, Pasqual Maragall, durante un coloquio que mantuvo en el Círculo Catalán de Madrid, organizado por el Club del Hombre de Empresa. El alcalde Maragall inauguraba un ciclo de almuerzos-coloquio, de este club, dentro del Círculo y fue presentado por Jesús de Polanco, presidente de PRISA, empresa editora de EL PAIS.Maragall coincidió con Polanco en definir el ayuntamiento como empresa de servicios. El presidente de PRISA dijo también -y lo ratificó Maravall- que "las personas que están al frente de los grandes ayuntamientos son auténticos empresarios". Jesús de Polanco resumió los tres grandes retos que, desde su punto de vista debe afrontar el alcalde barcelonés: lograr asentar definitivamente "la gran Barcelona"; conseguir los Juegos Olímpicos de 1992 y resucitar las actividades ciudadanas con criterios imaginativos.

Maragall explicó que este año, ha decidido introducir al ayuntamiento de Barcelona "en el campo empresarial, lo que no está prohibido por la Constitución", en un intento de "generar empresas y crear riqueza para los ciudadanos". Aseguró que el ayuntamiento barcelonés entraría en esas empresas modestamente: "Con intención de irnos, pero dispuestos a ponerlas en marcha".

Como primer paso para este propósito recordó Maragall que se ha creado Iniciativas SA, con un capital de 1.000 millones de pesetas, con participación privada y que tratará de ser el motor de distintos proyectos, cuyo común denominador, será que brinden un beneficio claro y generalizado a la ciudad y sus habitantes.

Citó una quincena de proyectos que el ayuntamiento desea promover, entre los que se encuentra, un hotel en Montjuïc para los Juegos Olímpicos, un proyecto informático para tramitación de expedientes, transportes aéreos, planes de diseño, mobiliario urbano, potenciación del puerto, música, teatro, torre de comunicaciones, y otros.

Aseguró Maragall que no le preocupa, sino que le alegraría, que una gran empresa cultural de teatro o de música, pueda ganar mucho dinero, si ello redunda en beneficio de los ciudadanos barceloneses, y recalcó que "una nueva sociología de la actividad pública tendría que tener muy en cuenta el elemento riesgo"; elemento, dijo que es el que más acerca la figura del alcalde y el empresario.