Última fase del proceso liberalizador en Argelia con el debate de una nueva Carta Nacional

El régimen argelino ha cerrado una nueva fase de su proceso liberalizador con la celebración durante dos días en Argel de los debates del Comité Central del gobernante Frente de Liberación Nacional (FLN) sobre la nueva Carta Nacional, credo ideológico de la revolución. El proyecto reformista -"enriquecedor", según la terminología oficial- entra así en su recta final, y se espera que los argelinos dispongan de una nueva Carta, probablemente antes de que termine el año o, como muy tarde, a principios de 1986, una vez que haya sido definitivamente adoptada en un congreso extraordinario del FLN, previsto para el 24 de diciembre.

Con la nueva fase del preoceso el presidente, Chadli Benyedid: que presidió los trabajos del FLN, verá cumplido uno de sus principales deseos, anunciado el 4 de febrero último. Éste consiste en la necesidad de una serie de "reajustes y adaptaciones", en su opinión provocadas por "la evolución de la economía argelina, la experiencia sacada de nuestras prácticas institucionales y una variedad de otros imperativos" y que, en definitiva, son el convencimiento de que el petróleo puede dejar de ser el sostén financiero del país, la nula acción del Estado en el sector agrícola y la lentitud de la Administración en algunas cuestiones de la vida nacional".Cualificados observadores estiman que la nueva Carta pulirá ideológicamente a un régimen que, más de 20 años después de la independencia, se ha dado cuenta de que los más de 20 millones de argelinos, de los cuales un 30% tiene menos de 20 años, pretenden mejorar su nivel de vida y formar parte de una comunidad más alegre, menos burocratizada y en la que se les permita recurrir al sector privado para incrementar la producción.

Partido único

Estos observadores estiman, en cambio, que, pese a los intentos aperturistas, la nueva Carta no pondrá en peligro el sistema de partido único en Argelia, aunque sí dejará a este país lejos de ser confundido con el bloque del Este, pese a que aún persiste un fuerte y poderoso aparato burocrático construido a imitación del modelo soviético.Los trabajos del Comité Central del FLN, la más alta instancia del partido entre congresos, han ocupado las primeras páginas de los periódicos locales y han abierto los informativos de las emisoras de radio y de televisión entre el miércoles y el viernes (este último, día de descanso semanal).

La televisión argelina ha venido informando fría y escuetamente, a diario, con imágenes del desarrollo de las sesiones, cuyo orden del día, de tres puntos, encabezaba el siguiente título: Anteproyecto de enriquecimiento de la Carta Nacional.

Los periódicos, desde El Mudjahid, la clásica voz del FLN, hasta el recién nacido Horizonte 2000, colorista y que algunos sectores identifican con los proyectos aperturistas (sus lemas son: "fidelidad, continuidad y evolución") dedican comentarios superficiales a la reunión. Este último califica de "privilegiado" el momento e insta a una "reflexión profunda y global" sobre los debates.

Tanto El Mudjahid como Horizonte 2000 subrayan que "la operación de enriquecimiento de la Carta Nacional ha polarizado la actividad del país en los últimos meses", y destacan que durante todo este tiempo previo a la discusión concluida ahora en Argel han opinado 400.000 representantes.

La Prensa extranjera no ha tenido acceso al desarrollo de las sesiones, y la información procedente de los debates, que se han celebrado en el Palacio de las Naciones, de Argel, es estrictamente oficial. Sólo ha trascendido hasta ahora que para el desarrollo de las discusiones se han creado cuatro comisiones, una de ellas con el título de Referencias ideológicas, si bien en la noche del jueves fue anunciada oficialmente la celebración de un congreso extraordinario del FLN, último proceso en el debate de la referida Carta y que, salvo imprevistos, se celebrará a partir del 24 de diciembre.

Mutación económica

La futura Carta Nacional, aparte de constituir ya de por sí un importante avance en el proceso aperturista, es, a su vez, un nuevo paso en la mutación económica de un sistema socialista que, en opinión del propio presidente, Chadli Benyedid, no puede interpretarse ya en su concepción marxista. Es lo que desde Occidente, aunque molesta a los clásicos jefes de filas del FLN, se viene llamando la desbumedianización de Argelia.Benyedid, aproximado a Occidente en su política exterior, será probablemente el primer ganador con la nueva Carta que, a la larga, también beneficiará, en opinión de los observadores consultados, al pueblo argelino. Por lo pronto, se espera que, tras la celebración del congreso extraordinario del FLN, el propio presidente refuerce su autoridad, cuestionada por algunos sectores, introduciendo cambios en el Gobierno y reformas en la dirección del FLN, en los últimos tiempos envuelto en rencillas personales y luchas de poder.

En su intervención ante el Comité Central del FLN, el presidente argelino condenó el extremismo islámico y advirtió que el que cometa actos de violencia será castigado "con energía". Benyedid hacía referencia a las últimas operaciones efectuadas por grupos armados fundamentalistas en los últimos meses.

El presidente argelino acusó a los grupos de oposición bereberes de "suscitar problemas marginale" y a los fundamentalistas de utilizar el Islam para justificar el empleo de la violencia.

Para Benyedid, la agitación de bereberes e integristas está fomentada desde el exterior, en un intento de desestabilizar la revolución argelina.