Egipto pide a Malta la extradición del secuestrador del avión de Egypt Air
El Gobierno egipcio ha formulado ante las autoridades de Malta una solicitud de extradición del único secuestrador del avión de Egypt Air desviado de su ruta el pasado sábado cuando volaba entre Atenas y El Cairo que permanece aún con vida, según anunció la agencia de prensa oficial egipcia Middle East News Agency (MENA).
La iniciativa del Ejecutivo egipcio puede colocar nuevamente en un aprieto -como ya lo hicieron las presiones ejercidas el domingo para que diera la autorización para apoderarse por la fuerza del aparato- al Gobierno de la pequeña isla, aunque esta vez no sería de extrañar que El Cairo obtuviese una respuesta negativa, ya que el portavoz del Gobierno de Malta, Paul Mifsud, anticipó que el supuesto terrorista sería juzgado por un tribunal maltés.Omar Mazruki, tunecino, de 20. años de edad, es el único superviviente del comando de cinco hombres que se adueñó del Boeing 737. Herido gravemente durante el asalto al aparato, se encuentra actualmente hospitalizado a la espera de que su estado de salud permita someterle a un primer interrogatorio y, en su caso, inculparle.
En el despacho en el que dio cuenta del deseo del Gabinete caírota de lograr su entrega a la justicia egipcia, Mena argumentaba que "Egipto tenía derecho a juzgarle según sus leyes", porque el secuestro empezó cuando el avión había penetrado en el espacio aéreo egipcio y además los hechos se desarrollaron a bordo de un aparato perteneciente a una compañía egipcia.
La Prensa cairota se esforzó ayer, por otra parte, en intentar demostrar la veracidad de las declaraciones del martes del presidente Hosni Mubarak, que exculpó a los comandos egipcios que penetraron en el Boeing de la muerte de los pasajeros, asegurando que "sólo habían disparado siete balas, todas ellas en dirección a los piratas aéreos
Cinco minutos
"El asalto, como tal", afirma el coronel Ismail Abdel Mawgud al diario gubernamental Al Ajbar, que le presenta como el cerebro de la operación de rescate, "duró un minuto y medio, hasta que los secuestradores tiraron sus granadas, y entonces empezó la evacuación de los pasajeros".Su jefe, el general Mohamed Kamal el Dim Attia, insiste en afirmar: "Cuando los secuestradores rechazaron poner en libertad a los niños y se negaron a permitir que fuesen recogidos los cuerpos de los pasajeros lanzados por la borda, nos dimos cuenta de que no había más opción que dar el asalto".
Kamal el Din revela, sin embargo, en las páginas del mismo rotativo, un detalle que puede tener consecuencias sobre el desarrollo del próximo secuestro aéreo: las dos azafatas heridas de la línea aérea egipcia proporcionaron a la unidad militar de elite, desde el hospital donde habían sido ingresadas, información sobre la ubicación de los secuestradores en el interior del aparato.
Libia acusó ayer a Egipto de haber montado el secuestro de su propio avión como pretexto para intentar "una agresión contra el pueblo libio", según indicó un despacho de la agencia oficial libia, Jana. Refiriéndose a las acusaciones egipcias de implicación libia, Jana afirma que "no tienen ningún fundamento", y cita a la Oficina Popular de Relaciones Exteriores (Ministerio de Asuntos Exteriores) libia, que desafia a Egipto "a que aporte alguna prueba material" en apoyo de sus denuncias.
"La Organización para la Liberación de Palestina tiene la certeza de que los servicios secretos libios están implicados" en el secuestro, según declaró ayer a France Presse Hayel Abdelhamid (Abúl Hol), miembro del Comité Central y jefe de seguridad de Al Fatah, grupo mayoritario de la OLP.
Por su parte, Marta Bruguera, pasajera española que se salvó del secuestro, dio ayer una conferencia de prensa en Barcelona, en la que relató nuevamente su versión de los hechos.
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