El juez investiga la obra de camuflaje de una habitacion en la empresa de Vicente lborra
Joan Bautista Cremades, titular del Juzgado de Instrucción número 12 de Valencia, ha ordenado la localización del albañil y el ebanista que disimularon la existencia de la habitación que se descubrió en la sede de la Sociedad Anónima Valenciana de Estacionamientos (SAVE) el pasado día 18. El juez, que ha declarado secreto el sumario, considera muy importante conocer las circunstancias que rodearon el camuflaje de la habitación disimulada y quién dio la orden para hacerlo. En el interior de esta habitación se encontró la contabilidad y la maquinaria que presuntamente involucran al presidente de los empresarios valencianos y directivo de SAVE, Vicente Iborra, en un posible doble delito continuado de falsificación y estafa al Estado.
El juez considera importante saber qué inquilino disimuló la existencia de la habitación, aun que el camuflaje de una pieza no constituye por si solo ningún delito, según fuentes jurídicas.La sede central de SAVE se halla en el 22-C del número 11 de la calle del Cronista Carreres, de Valencia. Según el miembro de la sociedad de propietarios "todo lo que sabemos sobre esa habitación es lo que ha explicado la Prensa". Según dicho informante, las oficinas que configuran los tres primeros pisos del inmueble se construyeron de forma que los inquilinos pudieran, con poco esfuerzo y escaso coste económico, cambiar el perfil de la planta de las oficinas. "Es el sistema que conocemos con el nombre de rama", señaló antes de reconocer que desconocía la existencia de la habitación camuflada. "Del anterior inquilino,del piso, añadió esta fuente, "el Banco Hispano Americano, sí que sabemos que efectuó varias obras en el interior para acondicionar mejor sus oficinas, porque le recomendamos a las personas que le hicieron las reformas".
Una 'obra de arte'
El Banco Hispano Americano fue inquilino del 2º-C entre 1970 y 1973. Un portavoz de esta entidad bancaria lo confirmó ayer, precisando que todas las obras efectuadas los locales se hallan reflejadas en unos documentos sumamente detallados. El mismo portavoz negó categóricamente, sin embargo, que el banco hubiera camuflado una habitación dejando un acceso disimulado desde un armario.La obra, en la que debieron intervenir presumibiemente tanto un ebanista como un albañil, fue calificada por la policía como una "obra de arte".
Se da la circunstancia de que cuando la policía penetró en la habitación, la segunda puerta -la que permite salir desde ella al exterior- estaba abierta, por lo que es posible que alguien se encontrase en el interior cuando el juez y la policía se personaron allí con la orden de registro.
La habitación camuflada, de unos 20 metros cuadrados, tenía un cerrojo de seguridad que permitía bloquear el acceso desde el armario. La otra puerta, la que proporciona salida directa a la escalera de servicios, también cuenta con un cerrojo de alta seguridad. Fuentes de la empresa SAVE desmintieron ayer una vez más "la existencia de un zulo", y se negaron a mostrar la habitación "porque nadie nos ha dado permiso para hacerlo".
La mayor parte de los ocupantes de los tres pisos del inmueble han efectuado obras de remodelación. "Es la ventaja de este tipo de construcciones", declaró ayer Víctor Bueso Bellot, el arquitecto que diseñó la construcción del edificio en 1969. Bueso Bellot, que tiene 80 años, ha señalado: "No recuerdo con exactitud la planta de aquel segundo piso, pero sí recuerdo con claridad que nunca he diseñado habitaciones disimuladas, ni bodegas, ni almacenes ocultos detrás de armario alguno".
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