ETA reaparece con el asesinato de dos marinos y un guardia civil

A los 72 días del último atentado mortal de ETA en el País Vasco, la jornada de ayer registró dos nuevas acciones presumiblemente atribuibles a la organización terrorista. José Manuel Ibarzábal Luque, de 20 años, que hacía el servicio en la Armada, y Rafael Melchor García, de 26 años, cabo de radio, fueron asesinados hacia las 8.20 en San Sebastián, al tiempo que el guardia civil Isidoro Diez Retón moría ametrallado a las 23.05 en Pasajes.

El primer atentado se produjo frente al polideportivo de Bidebieta, al hacer fuego un comando de tres personas contra una furgoneta de la Comandancia de Marina que abandonaba un grupo de viviendas militares, dando muerte a los citados e hiriendo a otros dos soldados, Luis Ángel Carvallo, cabo segundo, y Manuel Secundino Rodríguez Sanesteban, alférez médico.Ibarzábal Luque, familiar del portavoz del Gobierno vasco, Eugenio Ibarzábal, y remero de la trainera Donostia, era un joven popular en San Sebastián, que simpatizaba con Herri Batasuna, según confirmó el dirigente de la coalición Jon Idígoras, que se refirió al dolor que le producía "la muerte de un compañero". El joven trató de huir tras ser ametrallada la furgoneta que conducía, pero un miembro del comando le remató en el suelo.

El atentado es el primero de consecuencias mortales que se produce en el País Vasco desde hace 72 días. El 14 de septiembre, el policía nacional Félix Gallego resultó muerto en Vitoria por explosión de un artefacto.

Dos miembros del comando Oker, desarticulado por la policía semanas atrás, vivían en el barrio de Bidebieta, donde ocurrió el atentado. Al parecer, uno de los fallecidos, el cabo de radio Rafael Melchor García, de 26 años, natural de Córdoba, repelió el ataque usando varias veces su pistola antes de ser alcanzado mortalmente.

Paralelamente, el guardia civil del servicio fiscal de aduanas Isidoro Díez Reton, de 39, años fue alcanzado por ráfagas de arma automática al entrar en su coche, en el barrio de San Pedro, en Pasajes, cuando regresaba de un servicio en el puerto. El guardia civil fue alcanzado por dos balazos mortales de necesidad

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