Juicio contra dos guardias civiles acusados de lesiones
Dos guardias civiles, Jaime Cortés Gómez y Carlos Cerro Díaz, fueron juzgados la semana pasada por la Audiencia Provincial de Guipúzcoa como presuntos auto,res de un delito de lesiones del que presuntamente fueron víctimas el 24 de julio de 1983, en las proximidades de Rentería, los jóvenes José Ignacio Lizarraga y José María Dorronsoro. El fiscal solicitó para ambos procesados penas de cuatro meses y 20 días más para Jaime Cortés. La defensa solicitó la absolución, por considerar que las lesiones debieron producirse en algún enfrentamiento con las fuerzas de orden público durante una manifestación en Rentería.En el momento en que el fiscal elevaba sus conclusiones, el hermano de uno de los denunciantes afirmó en voz alta que estaba siendo objeto de amenazas por parte de dos de los guardias civiles que, vestidos de paisano, abarrotaban el espacio reservado para el público. El presidente de la sala ordenó que los. supuestos autores de las amenazas fueran conducidos al juzgado de guardia, operación que no llegó a afectuarse, ya que el bedel encargado de transmitir esta orden creyó entender que el hermano de los denunciantes desistía de sus propósitos.
Los hechos expuestos por la denuncia indican que José Ignacio Lizarraga y José María Dorronsoro fueron interceptados en la tarde del 24 de julio de 1983 en un control de las UAR (Unidades Antiterroristas Rurales de la Guardia Civil), instalado en un punto de la carretera que une las localidades de Astígarraga y Rentería. Según la denuncia, los dos amigos fueron golpeados, insultados y amenazados después de que uno, de los guardias descubriera entre la documentación retirada a uno de los jóvenes un recordatorio de Germán Rodríguez, el militante de LKI muerto por disparos de la policía en los sanfermines de 1978. Los informes forenses establecen que José María Dorronsoro fue asistido de lesiones en el testículo izquierdo y de contusiones en la región costal derecha posterior, y José Ignacio Lizarraga de contusiones en la cara interna del tobillo y en la región molar derecha.
Volado el coche del forense
En el,juicio intervino como perito forense Luis Moles, cuyo vehículo fue destruido en la noche del pasado día 14 por una bomba de cuatro kilos de goma-2. La Audiencia Provincial ha condenado en duros términos este atentado, no reivindicado hasta el momento, en una nota pública en la que señala que el empleo o la utilización de medios o procedimientos violentos, intimidatorios, coactivos o cualesquiera otra forma de presión sobre miembros de la administración de Justicia, no variará el decurso de proceso judicial alguno".
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