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El ayatola Hussein Alí Montazeri, de 63 años, ha sido proclamado sucesor único del imán Jomeini

El gran ayatola Hussein Alí Montazeri, de 63 años, fue proclamado ayer sucesor único de su mentor político, el imán Ruhollah Jomeini, como guía de la revolución islámica iraní. Tres tensas sesiones secretas de la Asamblea de Expertos, decidieron su designa ción la pasada semana. Sus poderes sobrepasarán los del presidente de la República, jefe del Estado. Forma parte de la vieja guardia jomeinista. De talante campechano y populista, se ha mostrado a favor de la reforma agraria y cuenta con adhesiones entre el campesinado y las capas pobres.

La Asamblea de Expertos, Majlis e Jobregán, formada por 80 juristas islámicos elegidos por sufragio universal, rechazó las otras opciones constitucionales que le permiten designar a tres o cinco juristas islámicos como líderes, en lugar de uno, en el caso de no conseguir unanimidad. Montazeri contará con poderes que le permitirán ejercer el mando supremo de las Fuerzas Armadas iraníes, declarar la paz o la guerra, movilizar las tropas, sancionar el mandato del presidente de la República o destituirlo, y otras funciones de gran alcance político.La designación se produce en un momento político singular. Entre la opinión pública iraní, el rasgo más notable es hoy el hastío de la población por los efectos de la guerra con Irak, que se prolonga desde septiembre de 1980 sin ningún desenlace militar y con un elevado coste humano -medio millón de muertos, otro tanto de heridos o mutilados y casi dos millones de refugiados- y económico, cifrado en 200.000 millones de dólares. Montazeri se ha mostrado partidario, hasta ahora, de la continuación de la contienda.

En el interior del país, la situación se ha caracterizado por la impugnación parlamentaria del Gobierno de Mir Hussein Mussavi, cuyo nuevo Gabinete, a excepción de dos carteras, ha sido ratificado por el Parlamento hace cuatro semanas, tras haberle sido denegado el nombramiento de seis ministros durante más de un año.

Noventa y seis parlamentarios de los 253 miembros que componen el Majlis, parlamento de Teherán, votaron contra la ratificación del Gabinete Mussavi, pese a las directrices de apoyo dadas al respecto por Jomeini. Otros 25 parlamentarios se abstuvieron. Hashemi Rafsanjani, presidente del Parlamento, insinuó uña disolución de la Cámara.

En el exterior, la proclamación del ayatola Hussein Montazeri como sucesor único de Jomeini se ha producido simultáneamente a la cumbre de Ginebra entre Ronald Reagan y Mijail Gorbachov. Jomeini ha mostrado una especial prevención ante este encuentro, temeroso de que en Ginebra surgiera una vía de actuación de las superpotencias que pudiera desembocar en su derrocamiento como líder iraní.

Hussein Alí Montazeri, Gran Ayatola del Islam shií duodecimano, emamé safid, (turbante blanco, no perteneciente al linaje del profeta Mahoma), nació en 1922 en Najefabad, cerca de Ispahan, en una familia campesina. A los diez años de edad comenzó sus estudios islámicos. Fue discípulo del ayatola Burujerdi y alumno y colaborador del ayatola Jomeini, al que se unió desde el comienzo de su lucha política contra el sha Reza Pahlevi.

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Es experto en teología y ciencias islámicas. Detenido, encarcelado y torturado en numerosas ocasiones, Montazeri entró en contacto estrecho en la cárcel de Evin con nacionalistas, muyaidines y comunistas, opuestos al régimen del sha. Sufrió varios destierros. Padece la enfermedad de Parkinson.

Formó parte del Consejo de Expertos que redactó la Constitución de 1979. Desde Qom, la sede religiosa shií, ha sido uno de los principales líderes del Clero Combatiente, espina dorsal político-ideológica del régimen de Jomeini. Con ascendiente entre el campesinado y el subproletariado urbano, Montazeri no cuenta con la simpatía de la burguesía urbana ilustrada, que le ha apodado El Gato. De palabra sencilla, mostró posiciones tolerantes hacia la oposición y favorables a la reforma agraria y a la nacionalización del comercio exterior.

Es partidario de la expansión de la revolución islámica. Su hijo, el hoyatoleslam Mohamad Montazeri, asesinado en Teherán en 1981, encabezó un contingente militar de revolucionarios iraníes enviado al Líbano para combatir junto a los shiíes libaneses en el valle de La Bekaa. El pasado verano, Montazeri medió entre las distintas facciones de la guerrilla afgana, con el propósito de aunarlas contra la intervención soviética.

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