Una ciudad con larga experiencia como escenario de negociaciones
La ciudad suiza de Ginebra, sede de la cumbre Reagan-Gorbachov, tiene una larga tradición como escenano negociador. Neutral, como el resto de Suiza, desde el Congreso de Viena de 1815, fue a partir de 1963, tras ser elegida por Henry Dunant como sede de la Cruz Roja, cuando adquirió su carácter internacional.En Ginebra se instaló la Sociedad de Naciones, en 1920, a instancias del presidente norteamericano Woodrow Wilson. Desde entonces, se convirtió en sede de numerosos organismos internacionales, de la ONU en Europa y de su comisión económica para Europa, así como de diversas agencias especializadas de esta organización; el acuerdo sobre aranceles (GATT), la Oficina Internacional de Educación, la Organización Internacional de Trabajo (OIT); la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), la Conferencia sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) y la Organización Mundial de la Salud (OMS). Es, asimismo, sede del Consejo Ecuménico de las Iglesias, de la Organización Europea para la Investigación Nuclear, de la Unión Interparlamentaria y de la Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA).
Ha acogido numerosas conferencias sobre armisticio, desarme y derecho internacional: las convenciones sobre heridos y prisioneros de guerra de 1864, 1929 y 1949; el Protocolo de 1925, que prohíbe la utilización de gases venenosos y la guerra bacteriológica; las conferencias sobre Corea, Indochina y la reunificación de Alemania en los años cincuenta, sobre Argelia, Vietnam y la neutralidad de Laos en la siguiente década y sobre Oriente Próximo y los acuerdos SALT en los setenta.
Ciento diecinueve países tienen representación diplomática en Ginebra. Uno de cada tres de sus 350.000 habitantes es extranjero.
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