La oposición británica considera irreversibles las reprivatizaciones
El programa de reprivatización de empresas de capital público emprendido en el Reino Unido por el Gobierno que preside Margaret Thatcher, que ha afectado hasta ahora a empresas como Rolls Royce o British Airways, va a sufrir un acelerón en el curso de los tres próximos años, lo que ha sido calificado tanto por los partidarios como por los detractores de dicho programa como "un fenómeno irreversible".
La oposición laborista británica asegura, en privado, que sea cual sea el resultado de las próximas elecciones generales, previstas para principios de 1988, "resulta imposible frenar un movimiento de tal amplitud".
Las ventas de empresas de capital público han reportado al tesoro británico, desde 1979, una cantidad próxima a los 8.500 millones de libras (aproximadamente 1,9 billones de pesetas) y se calcula que en los próximos tres años la cifra podrá llegar hasta los 15.000 millones de libras, casi 3,5 billones de pesetas. Otro de los objetivos que conseguirá el Gobierno británico será el de trasvasar un millón de empleos del sector público al sector privado antes de 1988.
En 1986 se espera que se produzca una de las reprivatizaciones más importantes con la venta al sector privado de British Gas, por un importe que oscilaría entre los 6.000 y los 8.000 millones de libras.
