Flick financió actividades antiterroristas de los servicios secretos de la RFA
Ha estallado en la República Federal de Alemania un nuevo escándalo de financiaciones irregulares, que esta vez afecta a los servicios secretos, el Bundesnachrichtendienst (BND, servicio de información federal). Durante los años 1979 y 1980 varias compañías privadas entregaron fondos al BND para financiar la lucha antiterrorista en el extranjero. Ayer, la comisión parlamentaria de control estudió las implicaciones y responsabilidades que se derivan de este caso, en el que también aparece como donante el consorcio Flick.
La insólita práctica de las subvenciones de empresas privadas a los servicios secretos se conoció por primera vez la pasada semana en el juicio por corrupción y evasión de impuestos que se sigue contra el director gerente de Flick, Eberhard von Brauchitsch, y el ex ministro federal de Economía, el conde Otto Lambsdorff. Según declaró Von Brauchitsch, al menos 500.000 marcos (30 millones de pesetas) fueron transferidos por empresas del consorcio a los servicios secretos del BND para salvar sus dificultades presupuestarias.Unos 400.000 marcos (24 millones de pesetas) fueron entregados a una agencia privada de detectives para financiar una operación de seguimiento de terrorista de la Fracción del Ejército Rojo (RAF) en el extranjero. La agencia escogida pertenece a Werner Mauss, alias Claude, un confidente de la policía utilizado en diversas actuaciones irregulares y vinculado con los bajos fondos. Mauss cobró un total de 650.000 marcos (39 millones de pesetas) por la operación. Un cuarto de millón procedía directamente de las arcas del BND y el resto de las subvenciones de la industria privada.
El canciller, Helmut Kohl, se ha manifestado "muy interesado" en aclarar este caso, toda vez que los hechos se remontan a la época de su antecesor en la jefatura del Gobierno, el socialdemócrata Helmut Schdmidt. Éste ha declarado que ignoraba esta financiación privada de órganos del Ejecutivo y que no la hubiera permitido, de conocerla. Los verdes, que desde hace tiempo mantienen una lucha por el acceso a la comisión de control de los presupuestos de los servicios secretos y por una mayor transparencia de los mismos, han solicitado que el caso sea incluido en los trabajos de la comisión Flick que investiga las subvenciones ilegales.
Por otra parte, los verdes han presentado una denuncia ante el tribunal constitucional en relación con este caso. El representante de los verdes en la comisión parlamentaria, Otto Schily, expresó su sospecha de que el BND interviniera ante la fiscalía para impedir que parte de la documentación de Flick, que podría haber revelado este caso, llegara a manos de los parlamentarios.
El jefe del BND cuando se produjeron los donativos, Klaus Kinkel, es hoy secretario de Estado en el Ministerio de Justicia. Según explicó el martes, en aquellos años se vivía en la RFA bajo el constante miedo a los atentados terroristas, y era necesario conseguir medios económicos para una operación en el extranjero con una rapidez que hubiera sido imposible de recurrir a medios presupuestarios del BND.
Los medios políticos alemanes han reaccionado con alarma ante este caso de incentivación, y advierten sobre el peligro de que derivase en una práctica de alquiler de los órganos del Ejecutivo a las compañías privadas.
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