Operación sin precedentes en Argelia contra un grupo de rebeldes integristas

El dirigente integrista Mustafá Buyali, considerado el "enemigo número uno" del Gobierno argelino en el interior del país, continúa refugiado con un grupo reducido de rebeldes en las montañas de la región de Sumaa, a 40 kilómetros al sur de Argel. La policía, que ha sufrido ya seis bajas en acciones de este grupo, y el Ejército, con apoyo de helicópteros y vehículos todo terreno, iniciaron hace 20 días una operación sin precedentes en Argelia contra el grupo rebelde.

La operación, que hasta el momento no ha dado resultados positivos, está encaminada a la captura del grupo capitaneado por Mustafá Buyali, que se encuentra fuertemente armado y atrincherado en una zona de bosque y montaña a la que resulta difícil el acceso.La operación se montó horas después de que los fanáticos, localizados por la policía en la región de Larba el pasado 21 de octubre, dieran muerte a cinco gendarmes, uno de ellos suboficial. En el enfrentamiento murió un integrista y otros dos resultaron heridos. No obstante, fueron detenidos 17, aunque otros siete, entre ellos el jefe Buyali, pudieron darse a la fuga.

La policía argelina venía siguiendo la pista del grupo integrista desde que el pasado 26 de agosto realizó un asalto a la Escuela de Policía de Sumaa, precisamente el mismo centro en el que, según informes policiales españoles, recibieron cursos de adiestramiento y entrenamiento, a finales de los años setenta, algunos activistas de ETA Militar.

En el asalto, los hombres de Buyali, tras dar muerte al centinela y neutralizar a la guardia, se apoderaron de un importante lote de uniformes y armas, entre las que figuraban fusiles Mas 36 y una decena de pistolas.

El cerco contra los rebeldes fundamentalistas dirigidos por Buyali se ha ido estrechando en los últimos días; el pasado fin de semana se produjo un nuevo enfrentamiento armado entre policías e integristas, esta vez en Birtuta, a 30 kilómetros al suroeste de la capital argelina, en el que, según la información oficial facilitada días después, dos miembros del grupo rebelde resultaron muertos y un tercero fue capturado.

Mutismo del Gobierno

El mutismo que mantiene el Gobierno argelino sobre ese suceso ha impedido clarificar si estos últimos integristas pertenecen al reducido grupo de rebeldes que capitanea Mustafá Buyali o si, por el contrario, forman parte de una partida distinta.Las autoridades Argelinas han calificado tanto a estos últimos como al grupo de Buyali como integrantes de una "banda de malhechores" y nunca han hecho referencia a su adscripción a grupos islámicos.

Buyali, de 44 años, conocido como El Emir, es un veterano combatiente nacionalista que desde principios de los ochenta se encuentra al frente de un movimiento de fundamentalistas, enraizado en sectores rurales, obreros y de la enseñanza primaria, que persigue la instauración en Argelia de una república islámica.

Desde 1982, el Gobierno argelino ha emprendido una campaña de persecución contra este grupo, orientado cada vez más hacia actitudes violentas. Muchos de sus seguidores se encuentran encarcelados y sobre el propio Mustafá Buyali pesa una orden de busca y captura, ya que -fue condenado en 1984 a perpetuidad en un proceso que se siguió en Argel contra él y otros 175 fundamentalistas, acusados de atentar contra la seguridad del Estado argelino.