Sangüesa se vuelca con los novios polacos huidos
La pareja de bailarines quiere quedarse en Navarra si obtiene asilo político
Yanus Sikora y Katarzyra Nroazkowska, de 21 y 19 años, respectivamente, los dos jóvenes polacos integrantes del grupo de danzas Pilsko que el pasado lunes solicitaron asilo político en Pamplona a las autoridades españolas, han fijado su residencia en Sangüesa, una población de 4.600 habitantes, situada a unos 45 kilómetros de la capital navarra. Los vecinos de Sangüesa se desviven por atender de la mejor manera posible a esta pareja de novios polaca invitándola a comer ofreciéndole alojamiento, ropas y dinero. Incluso el ayuntamiento ha prometido que pueden contar con ayuda médica y farmacéutica gratuita si lo precisan.
Éste era el tercer intento de huida a un país occidental protagonizado por Yanus quien, por fin, logró su propósito. Para Katarzyra, sin embargo, era el primero. Ambos formaban parte del grupo de danzas Pilsko, procedente de la ciudad polaca de Zywieck, que durante dos semanas ha realizado una gira por diferentes poblaciones de Navarra y la comunidad autónoma vasca.Los integrantes de este conjunto, un total de 44 personas, llegaron a España el pasado 18 de octubre invitados por los grupos de danzas Rocamador, de Sangüesa, y Laraiza, de Estella, que a su vez, habían realizado. una visita a la citada ciudad polaca el pasado mes de agosto dentro de un intercambio cultura¡.
Yanus y Katarzyra decidieron pedir asilo en España cuando se encontraban en el aeropuerto de Barajas, el pasado día 1, miutos antes de tomar el avión para dirigirse a su país. En lugar de coger el avión de regreso a Polonia, en el último momento se despistaron de los otros 42 componentes del grupo con los que habían venido a España. Salieron del aeropuerto y tomaron el mismo autobús en el que habían viajado a Madrid, desde Sangüesa.
Yanus y Katarzyra habían conseguido su objetivo: escapar juntos. Atrás quedaban los fracasa dos intentos de fuga de 1983, en Berlín occidental, o en Italia, un año después, realizados por Yanus. Ambos se muestran ahora muy contentos por haber logrado su propósito.
Según cuenta Yanus, técnico agrícola, quien al igual que Katarzyra sólo habla polaco, aunque aprenden castellano y euskera, decidieron escapar del grupo en el último momento, porque creían que así tenían más posibilidades de éxito. "Cuando llegamos al aeropuerto cogí la maleta como todos, y en un momento de distracción me marché del grupo. Me encontré con un compañero en el aeropuerto que me preguntó a dónde iba y le contesté que volvía enseguida. Y ya no tuve ningún problema", asegura.
Katarzyra, por su parte, esperó más tiempo para separarse del resto de sus compañeros, ya que no querían huir los dos a la vez porque la ausencia de dos personas en el grupo se hubiese notado excesivamente. Ella colocó su maleta en el mostrador de aduanas y, aprovechando un momento de aglomeración, logró ocultarse detrás de una columna. "Cuando todos habían pasado la aduana, salí del aeropuerto al lugar en que habíamos dejado aparcado el autobús, donde había quedado con Yanus. Juntos regresamos después a Sangüesa con las personas que habían acudido a despedirnos al aeropuerto", señala Katarzyra Nroazkowska.
Desde que se conoció el hecho de que dos jóvenes polacos habían decidido solicitar asilo político a las autoridades españolas y que ambos pretendían además quedarse a vivir en Sangüesa, los habitantes de esta población navarra -que ya habían visitado por haber actuado el grupo dentro de su gira- se desviven por esta pareja de novios. "Es una forma de que sepan claramente que están arropados", afirma Juan Pedro Aramendía, responsable del grupo Rocamador, en cuyo domicilio viven con su mujer y dos hijos.
Todo el mundo en Sangüesa les muestra su afecto. En la calle son parados continuamente y los habitantes de esta pequeña población les saludan efusivamente. Son invitados a comer o cenar, les ofrecen dinero y alojamiento. Aunque nadie en el pueblo habla polaco, no por ello existen problemas de comunicación con la joven pareja. "La mayor dificultad de comunicación", asegura Juan Pedro Aramendía, "se plantea cuando es preciso realizar cualquier documento relacionado con su petición de asilo. Entonces necesitamos un intérprete".
Excesivos anuncios en TV
Janus y Katarzyra están dispuestos a trabajar en lo que sea preciso, aunque conocen, no obstante, la escasez de puestos de trabajo y, el alto nivel de desempleo. La joven pareja polaca, católicos ambos, declaran su intención de casarse cuanto antes, aunque previamente tienen que resolver su situación legal. Dicen que se han acostumbrado muy bien a su nueva situación. -Se afanan por aprender y conocer todos los alimentos y formas de comidas y bebidas de la zona y próximamente se les prepararán unas habitaciones en la parte superior de la vivienda del responsable del grupo de danzas Rocamador, para que puedan organizar su vida. Tanto Janus como Katarzyra, él un enamorado del rock, y ella de la música clásica, se muestran sorprendidos por la excesiva cantidad de anuncios que aparecen en televisión.
La falta de libertades en Polonia y la ausencia de un futuro para la gente joven en este país, son algunos de los motivos aducidos por esta pareja para solicitar asilo político. En opinión de Janus, el sistema socialista es un ideal muy' bueno, pero a la hora de ponerlo en práctica no se cumple. "Los que gobiernan viven muy bien a costa de los trabajadores. No hay libertades y no se puede realizar nada sin permiso", asegura.
Ambos creen que sus familias no sufrirán represalias por su huida. Janus dice que no sabe cómo pueden reaccionar sus padres o su hermana casada y se limita a decir que supone que comprenderán. Katarzyra, por su parte, dice que su madre y su hermana sentirán mucho su marcha.
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