¿Elecciones libres en Filipinas?
El presidente Marcos, cuyo desgobierno está hundiendo Filipinas, ha hecho, finalmente, algo positivo. Al convocar una elección presidencial para el 17 de enero ha admitido la justeza de las críticas, del extranjero y del interior, sobre que su mandato es inadecuado y que la situación en Filipinas requiere hacer algo. Su oferta abre una perspectiva que no existía, al tiempo que insiste en que prolongará su presidencia hasta el final de 1987.Muchos observadores bien informados llegaron a la conclusión hace tiempo de que era una locura esperar una reforma verdadera del autoritario Marcos, un experto en manipular el juego político. (...) El interrogante, al que no se ha dado todavía una respuesta satisfactoria, es si Estados Unidos puede apoyar los esfuerzos de Marcos para salvarse tras formas democráticas y si es útil para los intereses estratégicos de Estados Unidos. Con Marcos ahora comprometido en arriesgar su poder en unas elecciones, aparece una nueva tabla de cálculo.
Marcos sabe perfectamente, o debería saberlo, lo sospechosas que son unas elecciones en las que, como ha advertido el ex ministro de Asuntos Exteriores Raúl Manglapus, el dictador mismo retiene todo su poder absoluto y su control del ejército, la comisión electoral, la policía secreta, todos los medios de comunicación y fondos públicos y privados. ( ... )
Asimismo, para asegurar que su oferta de elecciones sirve a los intereses del país, debe diseñar rápidamente el procedimiento para organizar las elecciones limpias y honestas que tiene en la cabeza. ( ... )
Los cínicos sugieren que Marcos ha convocado elecciones solamente para comprometer a su oposición política, a la que ha hecho todo lo posible para mantenerla débil y dividida, y para tranquilizar sus peticiones infantiles, como él gusta decir. Muchas de las mejores fuentes americanas estiman que ha perdido contacto con el pueblo. Si esto es verdad, Estados Unidos ha hecho un trabajo para impedirlo: persuadir a Marcos de que cumpla su promesa de realizar elecciones, una promesa que parecía esquivar. El presidente Reagan ha acrecentado su esfuerzo por salvar a Filipinas de Ferdinand Marcos. No puede esperar otra mejor oportunidad en mucho tiempo.
, 6 de noviembre.
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